No solo Bruselas: ¿por qué Estrasburgo es también sede del Parlamento Europeo?

Edificio del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Edificio del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Emilio Ordiz
Edificio del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

El Parlamento Europeo suele asociarse directamente a Bruselas, y eso no es del todo correcto. Hay un plenario en la capital belga, sí, y la mayoría de su actividad se desarrolla allí, pero la Eurocámara cuenta también con la sede de Estrasburgo y con cierta actividad -aunque poca- en Luxemburgo, donde está la Secretaría General. Oficialmente el Parlamento, por lo tanto, cuenta con tres sedes. Pero lo que más puede llamar la atención es la dualidad entre Bruselas y Estrasburgo. ¿Por qué la ciudad francesa acoge el Parlamento Europeo?

Es una cuestión más histórica que operativa y de hecho hay voces que piden centralizar toda la actividad en Bruselas. Estrasburgo acoge un pleno al mes durante cuatro días a la semana, salvo durante agosto, que no hay actividad. Eso provoca que en octubre se celebren dos plenos. Viajar de Bruselas a Estrasburgo no es solo viajar, sino trasladar literalmente toda la maquinaria. Muchos no lo ven práctico. Pero lo cierto es que la dualidad está recogida en los Tratados y para que se unificase habría que cambiarlos, lo que exige unanimidad.

Cuando se creó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en 1952, unos años después de la Segunda Guerra Mundial, que establecía la gestión conjunta de las reservas de acero y carbón de seis países, entre ellos Francia y Alemania, sus instituciones se radicaron en Luxemburgo. El Consejo de Europa (la organización intergubernamental también creada al poco de finalizar la Segunda Guerra Mundial para promover los derechos humanos y la cultura) ya tenía su sede en Estrasburgo y ofreció su cámara de plenos para celebrar las reuniones de la Asamblea Común de la CECA, que llegaría a convertirse en el Parlamento Europeo. 

Estrasburgo pasó a ser la sede principal de las sesiones plenarias del Parlamento, aunque en las décadas de 1960 y 1970 también se celebraron sesiones adicionales en Luxemburgo.

Tras la creación de la Comunidad Económica Europea en 1958, buena parte de la actividad de la Comisión Europea y del Consejo de Ministros comenzó a concentrarse en Bruselas. Dado que el trabajo del Parlamento incluye una estrecha supervisión e interacción con estas dos instituciones, con el tiempo, los diputados decidieron organizar una mayor parte de su trabajo en Bruselas. 

A principios de la década de 1990, más o menos se había consolidado la actual organización, celebrándose las reuniones de las comisiones y de los grupos políticos en Bruselas y las sesiones plenarias ordinarias en Estrasburgo. La mayor parte del personal del Parlamento está radicado en Luxemburgo.

Estrasburgo -y el hecho de que sea sede del Parlamento Europeo- representa para muchos lo mejor del proyecto: la unidad y la solidaridad. La ciudad es la capital de Alsacia, una región que ha sido siempre motivo de conflicto entre Alemania y Francia y por eso situar allí la 'casa de la democracia europea' supone un mensaje de que la UE no es más que el resultado de no querer repetir épocas pasadas que no fueron precisamente positivas para la historia de la humanidad.

La pandemia trastocó todos los planes y la sede de Estrasburgo se mantuvo cerrada durante más de un año, hasta que retomó su actividad en junio de 2021. En parte, recobró 'vida' por la insistencia de Emmanuel Macron. El presidente francés es consciente del valor que da la Eurocámara no solo a la ciudad en sí, sino también a la economía del país. A lo largo de la historia reciente se han recogido firmas, se han lanzado mensajes y se han hecho propuestas para que todo el trabajo se concentre en Bruselas y Estrasburgo deje de operar, pero nunca se ha llegado al fondo del asunto. Romper la dualidad quizás sea mandar un mensaje de que se está rompiendo la historia.

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