La riqueza española se concentra en las grandes urbes, sus zonas de influencia y en las capitales de provincia, mientras que la mayoría de ciudadanos de rentas bajas residen en la mitad sur de la Península, Canarias y el interior del territorio. Los datos de la Estadística de los declarantes del IRPF por municipios de más de 1.000 habitantes, publicada esta semana por la Agencia Tributaria, reflejan una vez más las grandes desigualdades en el reparto de las rentas en España.

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La renta media bruta nacional (antes de reducciones, mínimos y gastos deducibles) se situó en 2019 -último año con datos publicados- en 28.384 euros anuales, un 2,7% más que el ejercicio previo. Sin embargo, la gran mayoría de municipios españoles están muy lejos de disfrutar de ese nivel de riqueza. De las 2.893 corporaciones locales de más de 1.000 habitantes que había en España en 2019, solo 427, apenas un 15%, superan el umbral de renta media nacional. A nivel autonómico, únicamente la Comunidad de Madrid (37.768 euros brutos anuales), Cataluña (32.423) y Baleares (29.736) están por encima. En el otro lado del espectro de la riqueza quedan 2.466 municipios y 12 autonomías –la estadística de Hacienda no incluye los datos de País Vasco y Navarra–.

De las diez localidades más más acaudaladas de toda España, cinco están situadas en la provincia de Madrid, otras tres en Barcelona y las dos restantes en Valencia y Valladolid. En 2019 encabezaron la lista Pozuelo de Alarcón (provincia de Madrid, con 82.188 euros de renta bruta media anual), Xeresa (Valencia, 69.313 €), Matadepera (Barcelona, 65.671 €), Alcobendas (Madrid, 64.063 €), Boadilla del Monte (Madrid, 62.965 €), Sant Just Desvern (Barcelona, 60.645 €), Simancas (Valladolid, 58.897 €), Sant Cugat del Vallès (Barcelona, 56.689 €), Torrelodones (Madrid, 56.002 €) y Majadahonda (Madrid y 55.651 €).

Por contra, los diez municipios con menores niveles de renta se reparten por la mitad sur de la Península y ninguno tiene más de 3.000 habitantes. Cinco de ellos están en Badajoz, tres en Jaén y otros dos en Granada. Huesa (Jaén, 12.598 euros de renta bruta) la localidad más pobre de todo el país, seguida de cerca por Fuenlabrada de los Montes (Badajoz, 12.725 €), Oliva de Mérida (Badajoz, 12.864 €), Puebla de Obando (Badajoz, 12.935 €), Higuera de Vargas (Badajoz, 12.954 €), Zahínos (Badajoz, 12.962 €), Algarinejo (Granada, 12.970 €), Montejícar (Granada, 13.225 €), Montizón (Jaén, 13.233 €) y Cambil (Jaén, 13.239 €). 

Todos estos pueblos, junto a Ahigal (Cáceres, 13.310 €) y Montillana (Granada, 13.419 €), tienen un nivel de renta inferior al salario mínimo, que tras la última subida del Gobierno quedó fijado en 965 euros en 14 pagas, es decir, 13.510 euros anuales.

En el caso de las capitales de provincia, la mitad (23 de 46 para las que hay datos disponibles) superan la renta media nacional de 28.384 euros brutos anuales. Por encima de esta cifra se encuentran Madrid (41.176 €), Barcelona (39.523 €), Girona (34.292 €), Coruña (32.021 €), Palma de Mallorca (31.826 €), Valencia (31.655 €), Santander (30.469 €), Oviedo (30.468 €), Granada (30.393 €), Sevilla (29.866 €), Ciudad Real (29.775 €), Toledo (29.871 €), Valladolid (29.667 €), Las Palmas de Gran Canaria (29.482 €), Zaragoza (29.475 €), Logroño (29.275 €), Lleida (29.075 €), Cádiz (29.055 €), Santa Cruz de Tenerife (28.910 €), Vigo (28.752 €), Burgos (28.673 €) y León (28.424 €).

Radiografía del municipio rico

Entre los diez municipios más acaudalados del país se pueden trazar dos patrones. Por un lado se encuentran urbes de tamaño medio próximas a Madrid (Alcobendas. Pozuelo, Boadilla, Torrelodones o Majadahonda) y a Barcelona (Sant Cugat y Sant Just) que llevan años consolidadas en los primeros puestos de la lista. En el otro, aparecen pequeños municipios como Xeresa, Simancas o Matadepera, en los que, dada su escasa población, los cambios importantes en la renta total se notan mucho más a nivel promedio.

El ejemplo de Xeresa es muy ilustrativo. Esta localidad de apenas 2.200 habitantes tenía en 2018 una renta de 21.177 euros brutos por persona y la ha triplicado de un año para otro, hasta alcanzar los 69.313 €. Todo apunta a que la causa es una importante operación empresarial en el sector de los cítricos que se produjo en 2019. Ese año, el fondo de inversión GPF Capital entró en el accionariado de Fruxeresa, una empresa frutícola con sede en la localidad que se fusionó con Frutas Naturales, según explica Levante-EMV. 

Algo similar ocurre en Matadepera, que es donde reside el empresario Manuel Lao, fundador de Cirsa, una empresa operadora de casinos, bingos, y juego electrónico con presencia en España, Italia y América latina. En 2018 este municipio de 9.500 habitantes alcanzó un nivel de renta de 218.788 euros anuales, una cuantía que coincidió en el ejercicio fiscal con la venta del negocio de las tragaperras de Cirsa a un fondo de inversión por una cifra estimada entre 2.000 y 2.500 millones de euros.