Adolescentes enganchadas a Instagram: hasta 100 minutos diarios en una red que las investigaciones califican de "tóxica"

  • Los menores de edad españoles los que más aumentan el uso diario de la app en el último año: de 69 a 100 minutos/día.
  • Psiquiatras advierten de que el 90% de los adolescentes que hospitalizan tienen un "uso problemático de redes sociales".
  • Este domingo, 10 de octubre, es el Día Mundial de la Salud Mental.
El inicio de Instagram muestra preferentemente a personas con las que más se interactúa.
Instagram,
Piqsels
El inicio de Instagram muestra preferentemente a personas con las que más se interactúa.

G. tiene 15 años e Instagram es su red social favorita. G. va al instituto siete horas diarias y pasa otros 58 minutos dentro de la aplicación para compartir fotos (propiedad de Facebook). G. publica selfis y mira los posts y las stories de 935 personas a las que sigue: amigos, conocidos, conocidos de amigos e influencers. G. no se imagina un día sin clicar en "Insta" y admite que en verano entraba incluso más minutos al día que ahora. Sin embargo, pone los ojos en blanco cuando se le pregunta si no cree que tiene un poco de adicción. 

La red social Instagram lleva semanas en el punto de mira en EE UU, después de que una extrabajadora de Facebook, Frances Haugen, denunciase públicamente ante los medios y en el Senado– que la empresa sabe que Instagram es perjudicial para los menores, especialmente "tóxica" para las adolescentes, y que no hace lo suficiente para garantizar su seguridad.

Haugen dejó la empresa que dirige Mark Zuckerberg llevándose miles de documentos internos que corroborarían que la empresa ha constatado lo que expertos independientes vienen alertando desde hace años: que Instagram agrava los problemas de salud mental, genera falta de autoestima y ansiedad, sobre todo en las chicas menores de edad.

"Las comparaciones en Instagram pueden cambiar la forma en que las jóvenes se ven a sí mismas", reconocen las investigaciones que ha aireado estos días Haugen. Unos informes internos que cuantifican en un 13% las adolescentes que tienen ideas suicidas y las comparten Instagram y en un 17% las que tienen más desórdenes de tipo alimenticio y empeoran su estado por estar enganchadas a esta red social.

Los menores españoles los que más aumentan el uso de Instagram

Aunque, quizás, la acusación más grave que ha lanzado la delatora sea que la tecnológica actúa como los fabricantes de tabaco, es decir que promueve hábitos entre los menores para que se enganchen. Facebook ha salido al paso de dichas acusaciones alegando que hace todo lo posible para detectar y atajar los problemas de los menores en su plataforma para compartir fotografías.

Las revelaciones salen a la luz cuando Instagram cumple 11 años de vida y suma 1.386 millones de usuarios en el mundo, un 25% más que hace un año, en un aumento liderado por España, donde la red social ha crecido un 41%.

La plataforma Qustodio, dedicada a la seguridad digital de los menores, presentaba la semana pasada un estudio que reveló que, a nivel global, el tiempo de uso diario de esta plataforma ha aumentado un 16% entre los menores en el último año, hasta 58 minutos/día. Pero el mayor aumento se ha dado en España, donde los menores pasan de media 100 minutos al día (608 horas al año) en Instagram. Y ha subido un 45%.

El incremento coincide con el año de la pandemia de la covid-19, cuando las pantallas han sido por meses la única vía de comunicación entre jóvenes. 

Los psiquiatras alertan de una peor salud mental juvenil

Hasta los hospitales han comenzado a alertar de la incidencia del abuso de Internet, redes sociales y videojuegos en la salud mental de los adolescentes. 

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, el Gregorio Marañón de Madrid ha lanzado una alerta en la que urge a educar a los niños y adolescentes en un uso seguro de las redes sociales, tras constatar que en los últimos meses hay un incremento de trastornos graves de salud mental en chavales de 10 a 18 años.

Su recomendación reclama a los adultos del entorno de los jóvenes estar atentos ante "cambios de comportamiento, una mayor irritabilidad, tristeza, susceptibilidad, aislamiento, alteraciones del sueño y de la alimentación, preocupación excesiva por su imagen física, sensación de desesperanza" para pedir cita en atención especializada "y que la situación no se cronifique".

Pese a la reiterada advertencia, el abuso de redes sociales sigue sin estar incluido en los criterios diagnósticos que determinan las adicciones, aunque no quepa duda de que pueden ocasionar una dependencia similar a la del tabaco o el alcohol, por síndromes como el 'fomo' (fear of missing out), que en castellano se traduciría como "miedo a perderse algo importante".

Tiempo e influencias excesivas para su edad

Marta García de Lucio, la coordinadora de convivencia en el instituto público madrileño San Isidro, que cuenta con alrededor de 1.500 alumnos, considera que lo verdaderamente difícil sigue siendo distinguir entre "dependencia" y "adicción". 

"Que los adolescentes invierten un tiempo excesivo en redes sociales es un hecho. Sobre todo en Instagram y TikTok", asegura. "No es solo preocupante por lo que dejan de hacer esos 100 minutos diarios, sino por la información que reciben para la edad que tienen. La adolescencia es una etapa clave para las identificaciones, un momento muy sensible para construirse, e Instagram afecta incluso más a las chicas, dado que esta red social les devuelve lo que el mundo piensa de ellas exclusivamente por su imagen".

García de Lucio está costumbrada a ver a chicos del instituto rivalizar en redes, incluso usan códigos secretos, generando juegos y afrentas virtuales que se trasladan a la calle. Y cómo hay chicas que se frustran por intentar seguir el modelo de las famosas, que no solo son delgadas sino también aparentemente felices en todo momento. La coordinadora de convivencia y terapeuta cree que, como denuncia Frances Haugen, las empresas deberían poner todas las tecnologías de las que disponen al servicio de la seguridad de los menores, pero que no lo hacen por ganar más dinero. Sin embargo, en su opinión la prohibición o regulación estricta de estas redes sería como "ponerle puertas al campo".

Ella, que supervisa la convivencia en uno de los institutos de secundaria más populosos de la capital, reconoce también que los padres y madres de adolescentes con la dependencia de las redes sociales no lo tienen fácil, puesto que los hijos van siempre un paso adelante en tecnología. Aun sí, García de Lucio lo que propondría es "retrasar en la medida de lo posible la entrada de los menores a las redes, respetando los momentos evolutivos". 

En España, es legal entrar en Instagram a partir de 14 años. Sin embargo, engañar a la aplicación es fácil, por lo que hay usuarios con 10-11 años.

Matías Real, jefe de la unidad de psiquiatría del hospital provincial de Castellón y del equipo que ayudó al primer joven español a desengancharse de Fortnite considera fundamental "respetar las edades de uso" en las redes sociales, algo que los menores se están saltando vinculado a una "hipermaduración" y una "sexualización" de la infancia cada vez más prevalente. 

"Los niños tienen que ser niños, pero hay prisa por quemar etapas y eso pasa por usar determinadas tecnologías antes de tiempo, así como por adoptar formas adultas de vestir, de posar", se lamenta. Ante esto, el psiquiatra recomienda a los padres hacer siempre un acompañamiento de sus hijos en los primeros usos de Internet y las redes sociales. "Igual que no daríamos un ferrari a alguien que está aprendiendo a conducir, los smartphones son ferraris. Tenemos que sentarnos y hablar de las normas, de los límites y explicitar que habrá un cierto control".

Trastornos alimentarios y autolesiones

Porque del uso se puede saltar al abuso, explicita el jefe de psiquiatría. Ya hay estudios que confirman, además, la mala autopercepción del uso que hacemos de las redes sociales, que habitualmente infraestimamos. Y todavía más los adolescentes.

Real deja un dato preocupante en su entrevista: "En este último año, más del 90% de los menores atendidos en hospitalización de psiquiatría tenían un uso muy elevado o problemático de redes sociales". Su experiencia le permite decir que estas plataformas afectan sobremanera a los adolescentes con déficit de atención en casa o problemas previos de salud mental. "Es una paradoja que las redes que vinieron a conectar a la gente para salir de su aislamiento y con un mayor uso se correlacionan con mayores sentimientos de soledad y depresión".

Los psiquiatras infantojuveniles están viendo más trastornos alimentarios y autolesiones conectados con un abuso de redes sociales. Lo constata Abigail Huertas, de la junta directiva de la AEPNyAque reclama a las tecnológicas mayor esfuerzo en supervisar y eliminar este tipo de contenidos. 

De entre los menores que ha visto su recurso recientemente, el psiquiatra Matías Real comparte como ejemplo de los efectos más perniciosos del abuso de redes sociales el caso de, llamémosle A., una chica de 15 años. Ha ingresado en la unidad de psiquiatría de Castellón por autolesionarse en un contexto de incremento de uso de redes sociales, Instagram y TikTok, principalmente. "En medio de un conflicto, A. incrementó su esfuerzos para estar en la red con una exposición inadecuada. Así aumentó su frustración, su estrés y llegó a la autolesión, cortes, ingestas de medicación y planificación suicida".

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