La mayoría de los usuarios acuden al aseo situado en la acera de Recoletos. Lo utilizan 40 personas diariamente, mientras que diez personas prefieren el sanitario de plaza de Poniente, y a penas cinco usan el que está ubicado en la plaza del Ejército.

«En verano se utilizan más que en invierno y, sobre todo, los usan las personas mayores, y los hombres. A las mujeres les cuesta más», dice el encargado de mantenimiento, Manuel Tena, quien asegura que el vandalismo les obliga a actuar casi todos los días. La semana pasada tuvieron que acudir hasta en seis ocasiones a reparar las cabinas, tres de ellas en el módulo de la plaza del Ejército. «Algunos chavales destrozan los cajetines para llevarse la recaudación. Eso, cuando no hacen pintadas o se llevan el papel higiénico», aseguró.

El precio de acceso a los sanitarios es de 20 céntimos de euro, mientras que las multas por miccionar en lacalle ascienden a 60 euros. En 2004, la Policía Municipal sancionó a más 1.066 personas por hacer sus necesidades en plena calle, y sólo durante la pasada semana, en las Ferias de Nuestra Señora la Virgen de San Lorenzo, 115 fueron denunciadas.

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