Una residencia de 40 plazas para discapacitados con enfermedad mental vendrá a cubrir en Valladolid una «carencia» en la atención a estos dependientes.

«Hay pisos y centros de día, pero no una instalación en la que estos enfermos pudieran tener una estancia temporal o definitiva», reconoció el consejero de Familia, César Antón.

Para construirlo se ha firmado un acuerdo entre el Ayuntamiento, que cederá el terreno; la Junta, que aportará el 70% de los 3,2 millones que costará, y las Hermanas Hospitalarias, que ya llevan el Benito Meni y se encargarán de la construcción y la gestión.

El coste de cada una de las plazas se pagará entre la Administración y el usuario «aunque si hay alguien que no tiene recursos podrá acceder a este servicio», prometió Antón.

La residencia, en la que trabajarán 25 personas, será suficiente para cubrir la demanda existente en la actualidad, según Antón, porque se espera que las estancias «sean temporales».

En la actualidad, en Valladolid hay 5.128 personas con discapacidad por enfermedad mental. El 53% son mujeres y el 81% está en el medio urbano.

Una en cada provincia

La Junta quiere que haya un centro de estas características en cada una de las nueve provincias. El de Valladolid, cuyo convenio de construcción se firmó ayer, se sumará al que ya está en funcionamiento en Toro (Zamora).

En la actualidad hay otros dos en construcción en Ávila y Burgos y otros dos cuyos convenios ya se han firmado con las diputaciones de Salamanca y Segovia. En breve se firmarán los protocolos de León y Soria. «La que está más en el aire es la de Palencia», reconoció Antón.

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