La historia de Evelyn Dueñas, la joven ecuatoriana que ha puesto su virginidad a la venta en Internet, ha despertado un gran interés mediático y la atención de las autoridades de su país. Sin embargo, al día siguiente de conocerse su historia, está ilocalizable y la gente se pregunta qué hay de verdad en ella.

Evelyn ha protagonizado estos dos últimos días un buen número de titulares en los medios españoles al anunciar que la necesidad de financiación para el tratamiento de su madre enferma de Alzheimer y para estudiar la carrera de Medicina la empujaban a vender al mejor postor su virginidad.

Al intentar hablar con ella, Evelyn preguntó a 20minutos.es si iban a ofrecer alguna remuneración a cambio de sus declaraciones. Al escuchar la negativa, la joven se excusó diciendo que estaba "ocupada". Desde entonces, sólo el buzón de voz responde al llamar a su móvil.

Nuestros intentos no son los únicos que han caído en saco roto, como reconoce a 20minutos.es Óscar Jara, representante de la Secretaría Nacional de Migración (Senami) de Ecuador en nuestro país. "Llevamos 24 horas intentando contactar con ella a través del móvil y el correo electrónico, pero no responde", asegura Jara.

Evitar la subasta

Al conocer la historia de Evelyn, las autoridades ecuatorianas se pusieron en marcha para ofrecerle su ayuda y evitar que subaste su virginidad. "Nuestra obligación es velar por los ecuatorianos en apuros fuera de nuestro país", aclara Jara.

En este sentido, el responsable del Senami asegura que "antes de saber qué ayuda ofrecer a esta joven, debemos hacer una primera evaluación sobre el estado de salud de su madre, además de confirmar el nivel de estudios de Evelyn para informarle de becas para estudios de postgrado o de formación profesional, en su caso".

"Nuestro objetivo", añade Jara, "es que Evelyn tenga siempre en su horizonte una alternativa para salir de su situación actual".

Mientras tanto, la joven participó este miércoles en el programa de Ana Rosa Quintana en Telecinco, donde ha reconocido que ha recibido ofertas de diversos países e incluso una puja de 2,3 millones de euros.

Sin embargo, la chica rechazó esta jugosa oferta porque el interesado pedía a cambio pasar una semana con ella, lo que no se atenía a sus condiciones: sólo un coito, sin caricias ni besos y con preservativo.

Ante la pregunta de si esa gran suma de dinero no le hace dudar en si aceptar la ayuda de su Gobierno o si seguir adelante con la subasta, Evelyn aseguró: "Sí, me hace dudar". Mientras, el mensaje en la web donde hacía su oferta ha sido inhabilitado.

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