Todo lo que rodea al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, está aderezado con cierto aura de misterio, potenciado sin duda por lo hermético del régimen norcoreano. Pero ahora, los rumores se han disparado con motivo del cambio de aspecto del dictador.

En sus últimas apariciones públicas, Kim se ha mostrado más delgado (se cree que ha perdido cerca de 20 kg), con un peinado menos radical que el que acostumbraba (casi afeitado por los lados y por detrás), con un tono de piel bronceado y alejado de sus tradicionales trajes negro tipo Mao, luciendo un traje de corte más occidental en color beige.

Algunos analistas creen que este cambio tan radical no responde si no a una vieja estrategia llevada a cabo por varios dictadores a lo largo de la historia: recurrir a dobles para que les sustituyan en actos oficiales.

Estos rumores de dobles corporales se producen después de que se informara que Corea del Norte está buscando un sucesor de Kim, en medio de temores de que la salud del dictador esté fallando después de su repentina pérdida de peso, informa The Sun.

Otros rumores apuntan a que Kim haya pasado por el quirófano para el implante de una banda gástrica que le hiciera perder peso. Se dice que el mandatario llegó a alcanzar los 140 kilos de peso con apenas 1,70 m de estatura.