María C. va al banco a sacar dinero para la empresa en la que trabaja. Hace la gestión y se monta en su coche. Cuando va a arrancar, de repente dos hombres, con buena pinta, de unos 50 años y latinoamericanos, le tocan el cristal y le advierten «perdone, se le ha caído dinero».
Acto seguido, la chica sale del vehículo y recoge del suelo 65 euros en billetes de cinco que los ladrones habían tirado allí. Mientras, los delincuentes abren el coche y le quitan el bolso.
Tome nota. Éste es el último grito de robo a plena luz del día en Sevilla, aunque esta vez a los cacos les salió el tiro por la culata. «Nada más montarme en el coche, guardé debajo de mi asiento el sobre con el dinero», explica la víctima. «En el bolso tenía sólo 20 euros. He ganado 45, aunque he perdido el móvil y la documentación», dice la joven.
La Policía Nacional explica que este tipo de atracos «no es muy común». La denuncia de María C. puede que no sea la primera. Así que si va al banco, mucho ojo, la imaginación de los cacos es infinita.
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