El periodismo interpretativo

Primer mandamiento de ciertos políticos (sobre todo noveles) en su obligada e inestable relación con los periodistas: lo mejor para achicar agua en cualquier polémica desatada por una noticia es matar al mensajero.

La triconcejala Patricia Marín apretó el gatillo el pasado lunes. Cecilia Jan había publicado un día antes en El País que el alcalde barajaba situar al sur de Cortijo de Torres un botellódromo. «Se trata de buscar la ubicación adecuada», dijo De la Torre sobre el recinto ferial. Marín convocó a los periodistas para criticar la ley andaluza que regulará el consumo de alcohol en la vía pública. Le preguntaron por las palabras de su jefe. ¡Y le contradijo! Afirmó que el Ayuntamiento no tenía intención de habilitar un lugar para beber.

Según explicó, lo escrito por Cecilia era «una interpretación». La independiente en la lista del PP se ciñó tanto al papel de meterle el dedo en el ojo a la Junta que olvidó leer la prensa del fin de semana y/o unificar criterios. Muchos medios dieron por buena la versión de la edil. Aquí llamamos a Cecilia, quien nos corroboró las declaraciones del regidor. «El alcalde pretende autorizar el botellón al sur del recinto ferial», contábamos el martes. Ese mismo día, De la Torre desautorizó a Marín ante los micrófonos. Así habrá aprendido, a golpe de titulares, un nuevo y vital mandamiento: «No matarás». Antes de disparar, pregunta.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento