Según ha explicado este miércoles el Govern en nota de prensa, durante el encuentro, el director ha destacado que "las corrientes en Baleares no son relevantes, pero sí el viento", especialmente el de Menorca.

Se trata de un viento "que sopla sin descanso", por lo que el Gobierno de España "ha señalado esta zona como potencial para desarrollar la energía eólica marina, que es la única en Baleares", ha detallado.

Malagrava, además, ha considerado que "el viento es una solución interesante para las Islas y concretamente para Menorca, que está conectada con Mallorca por un cable submarino bidireccional, lo que le permite no sólo recibir suministro eléctrico, sino también despacharlo hacia el resto de islas".

Asimismo, ha puesto en valor el trabajo que está desarrollando el Govern en cuanto a la transición energética, que ha calificado como "el principal motor para dos de los retos más grandes de este tiempo".

Estos son "la lucha para mitigar el cambio climático y el lanzamiento de Europa hacia la senda de una modernización tecnológica que aportará beneficios y ahorro al bolsillo de las empresas, de las administraciones públicas y de los particulares".

En este sentido, ha destacado que Baleares "es un sistema insular con dificultades de conexión eléctrica, es una región que se encuentra en el epicentro del calentamiento climático y, hasta 2019, sólo producía el 2,7 por ciento de su electricidad con energías renovables".

Con todo, el director general ha recordado que, hasta 2019, el 55 por ciento de la electricidad de Baleares se producía con carbón, "mientras que hoy en día es tan sólo del 5 por ciento".

RECURSOS NATURALES "BAJO PRESIÓN"

Por otro lado, Malagrava ha advertido sobre la presión a la que están sometidos los recursos naturales de las Islas, ya que "la población aumenta a un ritmo más rápido que en el resto de España".

Concretamente, Baleares tiene 1,2 millones habitantes y, para 2035, está previsto que aumenten a 1,4 millones. "La densidad poblacional del archipiélago es el doble de la española", ha añadido.

Además, también ha resaltado el "cierto desequilibrio" que hay entre islas. Por un lado, Mallorca concentra casi el 90 por ciento de la población del archipiélago, "lo que provoca picos de consumo estacionales muy elevados".

LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO

Finalmente, Malagrava ha puesto en valor la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada en 2019, que establece reducir las emisiones de carbono en un 40 por ciento para el 2030, aunque Europa haya ampliado este objetivo hasta el 55 después de la aprobación del 'Fit for 55'.

Además, la Ley establece una reducción del consumo energético de un 26 por ciento para 2030, aumentar al 35 por ciento las energías renovables y producir el 70 por ciento de la energía total consumida en el conjunto de las Islas para el año 2050.

En esta línea, ha destacado que el Govern está apostando por la instalación de placas solares y el autoconsumo eléctrico.

"Hay en tramitación 60 parques fotovoltaicos y se han destinado 60 millones de euros públicos que han movilizado hasta 380 millones de euros privados en instalaciones fotovoltaicas de última generación", ha dicho.

INSTITUTO BALEAR DE LA ENERGÍA Y EL HIDRÓGENO VERDE

Malagrava ha hecho también referencia a la creación del Instituto Balear de la Energía, con el objetivo de "acelerar proyectos de energías renovables en los edificios públicos y gestionar comunidades energéticas que beneficien a la población más vulnerable y menos preparada para invertir en autoconsumo".

Asimismo, ha recordado la apuesta del Govern por el hidrógeno verde con la instalación de una planta pionera en Mallorca, que está financiada por la Unión Europea, por el Govern y por inversores privados.

"La UE nunca había premiado un proyecto industrial con 10 millones de euros al sur de Europa, lo cual movilizará 40 millones privados más", ha concluido.