El volcán desconcierta a los expertos tras entrar en zona de "mini estabilidad": ya no es seguro que la lava llegue al mar

Superficie de lava en La Palma.
Superficie de lava en La Palma.
Carlos Gámez
Superficie de lava en La Palma.
Superficie de lava en La Palma.
Carlos Gámez / ATLAS

La lava que expulsa el volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, avanza de forma imparable, aunque de forma más lenta. Así lo ha confirmado este miércoles el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, tras la reunión diaria del comité director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico (Pevolca).

La previsible llegada al mar de la lava, con las consecuencias ambientales y de salubridad que ello conlleva -por la emisión de gases tóxicos-, no es ya una consecuencia segura del avance de la colada. Los modelos matemáticos indican que continuará avanzado, pero la desaceleración de las últimas horas hace que sea imposible prever si se producirá o no el contacto con el agua.

El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha afirmado este miércoles que el volcán ha entrado en una zona de "mini estabilidad" y aunque es "bastante explosivo", las lenguas de lava se han ralentizado y avanzan con mucha lentitud, de ahí que no haya hecho predicciones de si finalmente llegará al mar.

Pese a que hasta este martes la velocidad de la lava parecía tener en el mar un destino seguro, la orografía del camino que ha seguido la colada podría provocar que se frenara antes de llegar a la ladera previa a la costa, entre las localidades de La Bombilla y Tazacorte, donde se encuentran extensas zonas de cultivos. 

Esta desaceleración no significa que la erupción haya finalizado. "Es muy difícil predecir cuanto puede durar. Acudiendo a la información histórica que tenemos podría ir desde los 24 días que duró la última erupción del Teneguía, a los 84 del Tajuya", explica a 20minutos Héctor Lamolda, Dr. Ingeniero Geógrafo en el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

"A medida que avanza la lava, la temperatura baja, el terreno es más horizontal y le cuesta más. Pero no se puede hacer absolutamente nada", explica Lamolda, que advierte que los terremotos sufridos en las últimas semanas podrían mantenerse: "Es de suponer que, cuando la erupción finalice, la sismicidad baje a niveles estándar previos a esto, pero nunca llegará a cero. Siempre hay un remanente de sismicidad que podría subir en determinados momentos"

Actividad sísmica y el curso de la lava en La Palma.
Actividad sísmica y el curso de la lava en La Palma.
IGN

La lava avanza a 4 metros por hora y la pasada noche recorrió 15 metros

La lava del volcán de La Palma avanza a cuatro metros por hora y durante la pasada noche solo recorrió quince metros, según la información difundida por el Gobierno de Canarias.

La superficie afectada abarca 140,44 hectáreas, con un frente de 600 metros y, según ha especificado el director técnico del Pevolca. El volcán sigue activo, soltando lava, y las dos coladas continúan su progresión, pero muy lenta, debido al aumento de la viscosidad y a que va rellenando los hoyos naturales del terreno que se encuentra a su paso.

"El volcán de La Palma está vivo y seguimos en situación de emergencia, con el semáforo rojo", señala el comité director y apunta que para los científicos "es inviable redirigir la lava y no se puede realizar ninguna actuación al respecto".

Las autoridades recuerdan la necesidad de dejar trabajar a los servicios de emergencia y mantener el radio de exclusión de 2,5 kilómetros de los centros de emisión (bocas) que recomiendan los científicos para minimizar el riesgo de impacto de piroclastos y la exposición a los gases del volcán.

También hay que alejarse de las coladas de lava ante posibles desprendimientos y las altas temperaturas, además de extremar la precaución ante la caída de cenizas para evitar los efectos perjudiciales para la salud.

Morcuende ha explicado que solo hay una fisura, con 9 bocas o centros de emisión, aunque no todas están activas. La pasada noche se registraron varios episodios de explosividad que pueden continuar, aunque la deformidad del terreno no ha crecido y se mantiene en 28 centímetros.

Así fue la situación del volcán 'Cumbre Vieja' durante la pasada madrugada.

Según Morcuende, estamos en una zona de "mini estabilidad", que no se sabe cuánto se puede prolongar. Sobre las mediciones del anhídrido sulfuroso indicó que no reflejan peligro para la salud humana. El penacho está en 3.000 metros de altitud.

El informe del Comité Científico indica que la erupción continúa mostrando el mismo estilo eruptivo fisural, con mecanismo estromboliano, en una fisura en dirección noroeste-sureste, aunque los expertos creen posible que se repitan episodios explosivos como los ocurridos el martes.

La colada alcanza espesores entre 8 y 15 metros y la sismicidad continua en bajos niveles. Ante los grandes espesores de colada de lava observados en algunos puntos, se pueden producir colapsos de su frente que, en zonas de mayor pendiente, pueden conllevar la formación de grandes fragmentos que pueden desprenderse del frente de forma repentina alcanzando distancias de varios metros, además de crear pequeños flujos piroclásticos.

La estimación de la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera por este proceso eruptivo en la jornada del martes, estuvo entre 6.140 y 11.500 toneladas diarias.Estos valores, aunque correctamente medidos, están infraestimados por la gran dimensión del penacho de dióxido de azufre que se observa mediante satélite. La emisión de materiales alcanza los 3.000 metros.

La señal de tremor volcánico muestra una tendencia a la disminución de su amplitud en las estaciones sísmicas, probablemente debido a la concentración de la actividad estromboliana en un número menor de centros.

Si las coladas de lava alcanzaran la costa, los científicos advierten de que la interacción del mar con la lava podría generar columnas de vapor de agua con gases ácidos y desprendimiento del frente de lava, pudiendo producirse emisión de fragmentos en la cercanía del contacto. 

"La llegada al mar debe estar muy monitorizada" 

La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, ha subrayado este miércoles que la llegada de la lava al mar del volcán que ha erupcionado en el municipio de El Paso (La Palma) debe estar "muy monitorizada" debido a los múltiples efectos que puede tener, ya que ha citado que los mismos pueden ir desde los gases que producirá y sus emisiones a incluso posibles explosiones.

Morant ha señalado que habrá que observar como la llegada de la lava al mar afecta al suelo marino y al ecosistema, así como qué gases y emisiones producirá "e incluso habrá que estar muy atentos a ver los desprendimientos, las laderas que se puedan producir precisamente en este entorno tan sensible", a lo que ha sumado que "cabría la posibilidad de que se produjeran explosiones".

En este sentido, ha indicado durante una entrevista a la Cadena Ser, que se tendrá que informar a la población de los peligros que eso puede conllevar "para que la gente no se acerque a hacer observación de estos fenómenos, y que se resguarde y salvaguarde su integridad".

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