
Un ciudadano belga de 63 años acusado de asesinar a su pareja sentimental en el domicilio que compartían de Calpe (Alicante) ha negado los hechos ante el jurado popular que le enjuicia y ha sostenido que eran "muy felices" e, incluso, que planeaban casarse en pocos meses.
Así lo ha asegurado el procesado ante los nueve miembros del jurado en la Audiencia Provincial de Alicante, en un caso en el que la fiscalía pide una pena de 24 años y una indemnización de 80.000 euros para la hija de la víctima, fruto de una relación anterior de la mujer.
El crimen se produjo en la madrugada del 22 de julio de 2019 entre las 00.30 y la 01.00 cuando, según la acusación que ejercen el ministerio público, la hija y la Generalitat, el acusado se abalanzó sobre su pareja y le clavó un cuchillo junto al corazón provocándole una muerte casi instantánea.
En una declaración brevemente interrumpida por los llantos del acusado, este ha afirmado que no tenía motivo alguno para matar a su pareja, también belga, y que no tiene ningún recuerdo de lo sucedido. Incluso, ha comentado que tenían previsto casarse coincidiendo con la fecha del cumpleaños de la víctima.
La víctima presentaba síntomas de intoxicación alcohólica
"Ella se fue a la cama porque estaba muy cansada, le di un beso y me quedé viendo la tele hasta que me quedé dormido", tras lo cual ha afirmado que horas después se despertó en el hospital.
Según la defensa, la pareja había pasado la tarde anterior en una fiesta en la que ambos habían consumido alcohol, lo que ha sido confirmado por los médicos forenses que aseguran que la víctima pese a que tenía prohibida la bebida por motivos médicos por ingerir medicación antidepresiva.
El acusado, que únicamente ha contestado a las preguntas formuladas por la defensa, sí ha reconocido que salieron a cenar a un restaurante y que consumieron alcohol.
El relato de los agentes policiales que intervinieron en el caso no coinciden con la versión del acusado, ya que han mantenido que el hombre fue encontrado inconsciente tumbado parcialmente sobre la víctima con un cuchillo clavado en el estómago.
La Fiscalía considera al acusado autor de un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco, dada la relación sentimental que ambos mantenían, por lo que pide una condena de 24 años de prisión e inhabilitación absoluta.
"Yo no he hecho nada, la quería mucho"
El acusado ha negado los hechos en la última sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial por un tribunal del jurado. "Yo no he hecho nada, la quería mucho y la echo de menos todos los días cuando me levanto, llevo más de dos años así", ha sostenido el hombre en el uso de su última palabra.
También ha señalado que no hubo ninguna discusión previa a los hechos en la vivienda y que no maltrataba a la víctima, aunque sí discutían: "Éramos antiviolencia", se ha definido.
Sobre la relación de él con la hija de la víctima ha indicado que era "normal" y que habían hecho planes con ella y su novio durante su estancia en España. También ha negado que la fallecida tuviera problemas económicos o deudas.
"Solo estaban ellos, no hay signos biológicos ni pruebas de la presencia de otra persona en el momento del suceso y ha quedado probado que él intentó quitarse la vida sin éxito", ha concluido el fiscal.
Un asesinato por cuestiones de género
Igualmente, el ministerio público sostiene que también se ha acreditado que no hubo una pelea previa ni que fuera la víctima quien atacase primero y que, aunque el acusado hubiera bebido, sus facultades estuvieran tan mermadas como para no defenderse de una posible agresión.
Tanto la acusación popular, ejercida por la Generalitat, como la particular que ejerce la hija de la víctima, se han sumado a las conclusiones del fiscal y han insistido en que se trata de un asesinato por cuestiones de género.
Por contra, la defensa ha sostenido en su intervención que todas las acusaciones se han hecho en función de "hipótesis" puesto que "nadie sabe lo que ocurrió" y ha subrayado que ni la hija ni el novio alertaron a los servicios de emergencias y llamaron al exmarido de la víctima, que reside en Bélgica.
"Existía animadversión de la hija hacia su padrastro, yo planteo que no avisaron a emergencias o directamente a la Policía al descubrir lo ocurrido porque estaban esperando a que se murieran y que pareciera una pelea entre los dos, así de claro", ha declarado la defensa.
Del mismo modo, ha criticado que se ha fundamentado la acusación hacia el hombre basándose en "dimes y diretes" y la declaración de la hija que llevaba "cinco años sin hablarse con su madre".
"Si los agentes han declarado que estaba muy oscuro, no entiendo cómo la hija pudo ver tan rápido lo que había pasado cuando llegó a la vivienda de madrugada", ha expuesto. También ha recordado que no existen partes de lesiones ni denuncias previas que acrediten los malos tratos.
Paralelamente, los médicos forenses que atendieron tanto a la mujer fallecida como al hombre han confirmado que ambos habían consumido alcohol y que en el caso de la víctima, solo tenía una herida "profunda", "mortal" y "certera" en el corazón, sin signos de violencia ni de defensa.
Por su parte, el acusado presentaba diez heridas en la parte izquierda del abdomen y que, aunque eran importantes, no eran "vitales". Asimismo, el hombre tampoco presentaba heridas de fuerza ni de defensa. Los forenses concluyen que la principal hipótesis es que las heridas del acusado fueron por autolesión, mientras que la mujer murió "casi en el acto".
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