El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha apoyado los argumentos de los dirigentes de CiU en contra del nuevo modelo de financiación al considerar que incumple el Estatut. Pujol ha señalado que este sistema no permitirá afrontar a largo plazo las políticas económicas y sociales de los catalanes.

El político ha leído una declaración de tres folios en la biblioteca de su oficina y ha presentado siete argumentos en los que ha desgranado su posición contraria al nuevo modelo. Pujol ha dejado claro que lo hacía a nivel personal ante un tema de "gran y especial" trascendencia. El expresidente no ha permitido a los periodistas hacerle preguntas.

El expresident ha afirmado que, pese a desconocer la cifra exacta del acuerdo (que recordó que se deriva de un Estatut "sensiblemente" recortado pero mejor que el anterior), el nuevo modelo "ni en la mejor de las hipotesis daría la mejora sustancial y definitiva que el Estatut tenía que significar".

Pujol se ha preguntado: "Si después de tantos recortes Catalunya acepta que la financiación no se ajuste al Estatut, ¿cómo podremos defender nuestro derecho?". Después de escuchar cómo en los últimos días figuras del Govern apelaban al espíritu pactista que caracterizó a la CiU de Pujol para que también ahora dé su visto bueno a la nueva financiación, el expresidente ha roto su silencio en torno a este tema.

Lejos de avalar el nuevo modelo, Pujol ha rubricado el rechazo al acuerdo expresado por la actual dirección de CiU, y se ha mostrado "plenamente de acuerdo con la posición contraria al acuerdo sobre financiación" adoptada en la reunión extraordinaria de la dirección de CiU el pasado martes.

Pujol ha reconocido que la nueva financiación "será mejor" que la ahora vigente, aunque ha restado mérito a esta circunstancia ya que también los pactos de 1993, 1996 y del 2001 representaron cierto progreso, si bien en esta ocasión, con el nuevo Estatuto aprobado, tendría que darse "un cambio positivo muy sustancial".