Casi treinta años después de que el asesinato de Míriam, Desirée y Toñi pusiera las miradas de todo el país en Alcàsser, una localidad de la Comunidad Valenciana, continúan las pesquisas que apuntan a Antonio Anglés como presunto autor de los hechos.

La causa, que sigue abierta en el juzgado de instrucción número 6 de Alzira, apunta ahora al análisis de los pelos hallados en los cadáveres de las tres jóvenes. Según ha avanzado el medio Las Provincias, una de las acusaciones particulares, la Asociación Laxshmi para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, ha solicitado que se analicen once pelos encontrados en los cuerpos.

Es ahora la jueza la que debe aceptar o no la petición de la asociación, que busca con esta solicitud poder asegurar la culpabilidad de Anglés en el caso de que se encuentre, ya que permanece desaparecido desde 1992.

Además, hace unas semanas el caso Alcàsser volvió a ocupar titulares, cuando un oficial del barco en el que se cree que pudo huir Anglés confirmó que este viajaba como polizón.

La familia trata de mantener vivo un caso que marcó a la sociedad española en los noventa, y al que le quedan ocho años para poder encontrar y enjuiciar a Anglés, ya que pasada esa fecha se extinguiría la responsabilidad del presunto asesino.