Los Mossos d'Esquadra han informado este jueves de que creen que el hombre que mató a su hijo de dos años en un hotel de Barcelona el 24 de agosto se ahorcó con su cinturón durante las "horas posteriores". Así lo ha afirmado el jefe de la División de Investigación Criminal de Barcelona, el inspector Josep Naharro.

La policía catalana también ha señalado que el análisis de las huellas dactilares del hombre hallado muerto este miércoles cerca del aeropuerto ha confirmado la mañana de este jueves que es el que asesinó a su hijo. Según Navarro, los agentes no pudieron identificarle en un primer momento porque no había "posibilidades físicas o visuales" por el mal estado del cuerpo. Sin embargo, el juzgado de instrucción 1 de El Prat de Llobregat, en funciones de guardia, que procedió al levantamiento del cadáver, informó este miércoles de que había sido "plenamente identificado como el del hombre acusado de la muerte de su hijo en un hotel de Barcelona el pasado mes de agosto".

Martín Ezequiel, así se llamaba, estaba desaparecido desde que el pasado agosto fue encontrado en la habitación del hotel Concordia de la avenida del Paral·lel el cadáver de su hijo, al que presuntamente mató para vengarse de la madre, con la que estaba en proceso de divorcio.

Fue en las inmediaciones del aeropuerto de El Prat donde se perdió la pista de Martín Ezequiel, de 44 años de edad, después que este huyera del hotel saltando la valla de la piscina del establecimiento, tal como captaron las cámaras de seguridad tras, presuntamente, matar a su hijo de dos años.

Los Mossos han explicado que no han encontrado ningún indicio de que ni el suicidio ni la huida del hombre estuvieran planificados, ni de que quisiera abandonar el país.

Agentes de la Unidad Acuática del cuerpo encontraron el cadáver este miércoles sobre las 13.15 horas colgado de un árbol, en una "zona boscosa de muy difícil acceso" cerca del aeropuerto a la que solo se podía llegar a través de un canal del río Llobregat. Creen que llegó hasta allí "saltando vallas" y apartando vegetación, después de andar mucho rato.

El portavoz de los Mossos, el comisario Joan Carles Molinero, ha contado que tras la muerte del niño, "desde un primer momento" activaron un amplio dispositivo policial las 24 horas del día para localizar al autor de los hechos y que también han participado en su búsqueda drones y cuerpos policiales del área metropolitana de Barcelona.

Naharro ha añadido que desde un principio trabajaron con la hipótesis de que el padre del menor era el asesino, al que los agentes siguieron la pista hasta el aeropuerto después de que escapara del hotel. Una vez allí, le perdieron "el rastro", ha dicho. 

El 25 de agosto, un día después de que el menor fuera asesinado, los Mossos decidieron publicar la fotografía del presunto parricida para pedir "colaboración ciudadana" para encontrarle y recibieron "un centenar" de avisos de personas que creían poder haberle visto. Todos resultaron falsas alarmas, pero así y todo, Naharro ha dado las "gracias" a los ciudadanos que les han intentado ayudar.

La policía catalana también ha apuntado que el hombre "no tiene antecedentes policiales ni penales" y que el juzgado 23 de Barcelona tutela la investigación. 

Molinero ha indicado que este no es el primer caso de violencia vicaria que los Mossos investigan, el tipo de violencia que se ejerce contra un menor para hacer daño a la pareja, y ha recordado que desde 2008 ha habido entre siete y ocho más.