Los hechos, que ocurrieron el pasado mes de abril, fueron denunciados por la Guardia Civil.

Así, según consta probado en el expediente sancionador, la mujer "se ensañó de una forma injustificada" con el animal, que fue encontrado por una pareja de agentes "con varias heridas, agonizante, atado y abandonado en una finca desde hacía al menos dos días".

El burro no recibió ningún tipo de atención veterinaria, pese a que los agentes se lo exigieron a la propietaria.

Al respecto, la denunciada afirmó que el animal estaba enfermo y reconoció que pretendía golpearlo con una maza y enterrarlo en la finca.

Al día siguiente de la visita de la Guardia Civil, la Policía Local de Neda comprobó que el burro fue enterrado en la finca en la que se encontraba.

Toda esta situación supuso para el burro, según Medio Ambiente, "una situación de dolor, sufrimiento y larga agonía hasta el momento de su muerte, absolutamente inadmisibles desde el punto de vista de la legislación de protección y bienestar animal, que justifica que la cuantía de la sanción quede fijada en 6.000 euros".