Según ha informado la Policía Nacional, la investigación dio comienzo en marzo cuando la Policía Municipal de Barañáin recibió una denuncia por la sustracción de una motocicleta de alta gama de la marca Aprilia valorada en 25.000 euros.

Dado que el robo se había producido en la capital navarra, la investigación fue desarrollada por la Brigada Provincial de Policía Judicial de Policía Nacional.

Lo primero que llamó la atención de los investigadores fue que el propietario y denunciante, un varón de 48 años residente en una localidad de La Rioja, ya había denunciado la sustracción de otras dos motocicletas de similares características en diferentes policías municipales de la Comarca de Pamplona en los años 2010 y 2019.

Además, las tres denuncias tenían como nexo común que la sustracción supuestamente se producía cuando el denunciante visitaba a sus progenitores y pernoctaba en su casa.

Cuando la investigación desveló que el domicilio real y efectivo de los padres del denunciante distaba más de un kilómetro de lugar donde éste había denunciado la sustracciones, los agentes comenzaron a barajar la posibilidad de que las motocicletas denunciadas estuviesen en poder del propio denunciante o de su entorno.

De este modo, la Policía Nacional en colaboración con distintas empresas del sector automovilístico, entre las que ha destacado el concesionario Vian Motomobile Pamplona, concesionario de Aprilia, consiguieron situar que la motocicleta denunciada en enero de 2019 había sido objeto de una intervención mecánica por parte de la marca en diciembre del año 2020 y que había sido trasladada al taller por su legítimo propietario.

La investigación policial culminó con la detención del falso denunciante el cual había sido indemnizado por las compañías aseguradoras al tener los vehículos asegurados por robo, ha explicado el cuerpo policial.

En el registro practicado en el domicilio del detenido en su localidad de residencia en La Rioja, la Policía localizó la motocicleta denunciada como sustraída en 2019, así como piezas de la denunciada en 2021 que había sido desmontada y vendida por piezas por el detenido.

El acusado utilizaba esas motocicletas para rodar en circuito y en diferentes eventos del deporte del motor en España y Francia. Los vehículos carecían de distintivos que los pudieran identificar. Tenían además borrados los números de bastidor y pudieron ser identificados gracias a la colaboración de las empresas anteriormente citadas y de la Brigada Provincial de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Navarra.