"Los destrozos, la basura y el abandono se han hecho los dueños del lugar". Así describe Alexia Castro, en una carta a 20 minutos, el barrio de Parla Este. El problema es un vertedero ilegal al que "cualquier persona se acerca, tira lo que le da la gana y se marcha", apostilla Alexia.

Como en Parla, en la comunidad existen otros diez vertederos ilegales cerca de las zonas urbanas de 14 municipios distintos (muchos basureros se ubican en el borde dos localidades), según Ecologistas en Acción.

"Algunos eran sumideros legales que fueron sellados a posteriori. Aun así, se siguen depositando residuos por inercia, causando fuertes olores, contaminación de aguas, infecciones...", afirma Juan García, portavoz de la asociación.

El macrovertedero de Parla es el más grande y el más reciente de todos. Sólo tiene dos años, "aunque en los últimos meses la basura se desbordaba, y protestamos. Al final, el Ayuntamiento se ha comprometido a retirarlo, aunque aún no hay fecha", afirma Sonia Alonso, presidenta de la asociación de vecinos.

Desde 2006, la Comunidad ha clausurado unos 60 sumideros ilegales. Las multas por volcar basura van de 600 (las más leves) a 3.000.000 de euros (las muy graves, como el vertido de tóxicos).

Aun así, el problema es difícil de solucionar. Muchos de estos basureros dependen de consistorios con distintas ordenanzas sobre residuos y "las multas sólo se dan cuando se sorprende a alguien con las manos en la masa", explican desde el Ejecutivo regional.

Otros macrobasureros