La carretera AP-7 ha registrado en la operación retorno del fin de semana algo más de 25 kilómetros de colas de vehículos en el área de Barcelona, con puntos especialmente conflictivos en La Roca del Vallès (13,5 km) y Vilafranca del Penedès (11 km), pese a la prohibición de circular camiones.

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Según ha informado el Servei Català de Trànsit (SCT), estos eran los enclaves de la red viaria con más retenciones a media tarde, aunque las colas no han llegado a los niveles del pasado fin de semana y la circulación ha ido mejorando a última hora de la tarde tras la apertura de un carril adicional entre Sant Celoni y La Roca.

Además, este domingo se han generando 5 kilómetros de cola en la C-16 en Berga, y 3 kilómetros en la C-32 en Cabrera de Mar, así como otros 4 kilómetros en la C-32, entre Sitges y Castelldefels, también en la provincia de Barcelona.

Después de que el fin de semana pasado se produjeran importantes retenciones en los accesos a Barcelona, al coincidir el final de los peajes de algunas autopistas con la operación retorno de las vacaciones, el SCT ha advertido del riesgo de colas este domingo, el último antes de que arranque mañana el curso escolar.

Trànsit ha señalado que antes de las 19.00 horas de este domingo han vuelto ya al área metropolitana 175.000 vehículos, un 66,7 % de los que prevé que lo hagan hasta medianoche (unos 262.500).

Para evitar otra jornada de caravanas en el segundo fin de semana sin peajes, el SCT ha prohibido la circulación de camiones por la AP-7 durante todos los domingos por la tarde de septiembre y ha puesto en marcha medidas para minimizar los problemas como más carriles adicionales.

Los carriles adicionales están previstos para la AP-7 sur, entre Vilafranca y Martorell; y en el lado norte, entre Sant Celoni y La Roca, así como en la C-32, en Castelldefels.

Los camiones de más de 7,5 toneladas tienen prohibido circular por la AP-7 en el tramo entre Maçanet y L'Hospitalet de l'Infant, entre las 17.00 y las 22.00 horas.

Para asegurarse de que se cumple esta restricción, patrullas de los Mossos d'Esquadra han instalado dispositivos de vigilancia en diferentes puntos de la red viaria.

Además, a diferencia de lo que ocurrió el fin de semana pasado, se ha optado por abrir más pasos de peajes y así minimizar el efecto embudo.

Todas estas medidas no han podido evitar, sin embargo, las colas kilométricas en los accesos viarios a Barcelona, que se han complicado por factores como la lluvia intensa que ha caído en algún momento en el Vallès y un accidente de tráfico con dos heridos producido a primera hora de la tarde en la la AP-7 en La Roca.

El fin de semana pasado las retenciones alcanzaron los 23 kilómetros en el que fue el peaje de Martorell y, aún peor, hasta 37 kilómetros en el de La Roca, siempre en dirección a Barcelona.