Ruailí McSorely no olvidará el mal trago que pasó durante doce horas perdido en el mar. Dice que no recuerda nada desde que se lanzó al agua, pero lo más llamativo de su angustiosa historia fue que acabó siendo guiado por un grupo de delfines hasta quedar a salvo. ¿Por qué? Porque fueron los que, en las aguas frías de la Bahía Tralee en Irlanda, alertaron a rescatistas sobre la ubicación del nadador, que había quedado desorientado.

Medio día tardó el dispositivo en dar con la ropa del joven en una playa cercana y tras ello se lanzaron al mar para tratar de dar con él. Los rescatistas estaban preocupados por el empeoramiento las condiciones de luz, ya que la caída de la noche les complicaría la búsqueda del hombre y el tiempo corría en su contra. Pero fue en ese momento que se percataron de la presencia de los delfines, que rodearon a McSorely actuando como referencia.

Según los medios irlandeses, McSorely planeaba nadar más de cinco millas hasta Mucklaghmore Rock. Pero sus condiciones físicas no fueron las adecuadas por completar el reto, de varios kilómetros, y en un momento de la travesía se desvió y quedó a la deriva. Solo pudo dar cuenta de su presencia en alta mar por la ayuda inestimable de los animales.