Emilia y Tere, casadas con curas: "Las mujeres lo pasan peor en este proceso, nos acusan de robar sacerdotes"

Emilia Robles y Julio Pérez Pinillos, en una imagen reciente.
Emilia Robles y Julio Pérez Pinillos, en una imagen reciente.
CEDIDA
Emilia Robles y Julio Pérez Pinillos, en una imagen reciente.

Si Emilia Robles pudiera darle un consejo a Silvia Caballol, la mujer por la que presuntamente Xavier Novell ha dejado de ser el obispo de Solsona, le diría que "intente protegerse del ruido exterior y viva su intimidad haciendo el recorrido personal que ambos tengan que hacer como pareja". 

Emilia, de 69 años, no es ni mucho menos fan del (ex)obispo de Solsona, dice que no es "el obispo que debería ser", pero sabe de lo que habla. Ella también se enamoró de un cura una vez. En realidad, se enamoró de Julio Pérez Pinillos, un compañero de la fábrica donde trabajaba, que era sacerdote en Vallecas (Madrid). "Nos movíamos en el mismo grupo de amigos, compartíamos inquietudes y la cosa fue dándose de manera muy natural. Lo que pasó es que nos dimos cuenta de que lo que teníamos era más que una amistad", explica.

Emilia Robles y Julio Pérez Pinillos se casaron por la Iglesia en 1977, con 200 invitados y en presencia de otros 20 curas, pero sin poderlo registrar. Y de nuevo, por lo civil en 1979, una vez aprobada la Constitución.

Tere Cortés, 66 años, también está casada con un cura, con Andrés Muñoz. Ella es, además, la principal coordinadora del Movimiento por el Celibato Opcional en la Iglesia, Moceop, la asociación de curas casados fundada en 1977 en España, donde se calcula que puede haber de 7.000 a 8.000 sacerdotes que han dejado el ministerio de la Iglesia para poder contraer matrimonio.

El 20% de los curas se secularizó

La asociación que preside Tere Cortés, además de intentar que el Vaticano acepte que el celibato opcional es la solución al desplome de las vocaciones eclesiales, promueve una Iglesia comunitaria, igualitaria y centrada en el Evangelio. Por sus sedes en las distintas provincias españolas han visto pasar muchas parejas formadas por curas en cuatro décadas de andadura y también han acogido a mujeres víctimas del celibato, algunas con hijos. Han llegado a ser más de 3.000 asociados en algún momento. Sobre todo en los ochenta cuando, según sus cálculos, un 20% de los sacerdotes se secularizó. 

"Todo ser humano lo que quiere es vivir su amor con normalidad y a cara descubierta pero tienes que estar mintiendo en todos sitios y esa presión llega a ser asfixiante"

En esa época, a finales de los setenta y primeros ochenta, en España se salió de cura para casarse toda una generación de españoles a los que sus padres, principalmente labradores, habían enviado al seminario para darles una formación y quitar bocas que dar de comer, explica la presidenta de Moceop.

Pero Cortés dice que también hoy, a pesar de que solo se ordenen 126 hombres al año (dato oficial de 2020), los curas siguen dejando la Iglesia para irse a vivir con una mujer, tal y como acaba de hacer el obispo más joven de España. Eso sí, ya no recurren a la asociación que dirige. Los últimos vinieron hace ya siete u ocho años, como tantos antes, a comprobar que de verdad es posible "vivir después de salirse de la Iglesia".

"Las mujeres lo pasamos peor"

Sobre qué supone enamorarse de un religioso y cómo es la transición de los sacerdotes a maridos, Cortés dice que "es un proceso muy doloroso en el que las que peor lo pasan son las mujeres". 

"Tener una relación clandestina con un sacerdote es algo muy difícil de llevar. Todo ser humano lo que quiere es vivir su amor con normalidad y a cara descubierta, pero tienes que estar mintiendo en todos los sitios y esa presión llega a ser asfixiante".

Emilia Robles opina igual. Ella conoce a bastantes mujeres que se han visto rechazadas por sus entornos sociales, acusadas de ser "las lagartas que habían sacado a los hijos de su vocación". Ahora lamenta por lo que está pasando Silvia Caballol, a la que una vez más se acusa y juzga por la decisión de su pareja, Xavier Novell, de abandonar la Iglesia. "Le recriminan lo que escribe o deja de escribir. La vida privada de la gente debería de ser sagrada", considera Robles.

Por su parte, Tere Cortés cuenta que ella se asustó mucho cuando se enamoró de un cura. "Piensas, esto no va a ser fácil, menos en 1979", pero matiza que Andrés Muñoz, su marido ya había hecho un proceso personal previo de desvinculación a la Iglesia antes de empezar la relación sentimental. "Él tomó su decisión libremente. Porque yo le pedí que no tomara la decisión pensando en mí, sino por sí mismo".

Tere Cortes y Andrés Muñoz
Tere Cortes y Andrés Muñoz
CEDIDA

Anunciar que se comprometían supuso un conflicto serio dentro de la familia de Tere Cortés. "Con los amigos no, afortunadamente las amistades lo acogieron bien, pero mis padres eran unas personas muy religiosas, tenía infinidad de primos y primas, de tíos y tías frailes, curas y monjas en la familia y fue complicado". Le exigió "mucha paz y serenidad, pero hubo sufrimiento también". 

"Ladronas de ministros de la Iglesia"

Emilia advierte que su caso fue "atípico". Se sintió poco juzgada. Dice que por suerte en la fábrica lo entendieron, y en Vallecas nos querían mucho y los padres en el pueblo lo aceptaron. "Fue una suerte que todo ocurriera de manera natural". Hoy siguen vinculados a la parroquia y tienen tres hijas en común que, como el hijo de Tere Cortés y a diferencia de otros muchachos que se enteran cuando son mayores de edad, saben desde niñas que su padre fue cura. 

Ambas coinciden en que no les extraña que la Iglesia acuse a la psicóloga y escritora Caballol de robarles con engaños, e incluso exorcismos en su caso, al exobispo Novell. Andan diciendo que utilizó satanismo para "infestar" a Novell. Tere y Emilia dicen que es habitual que la Iglesia y la sociedad echen la culpa a las mujeres. A Cortés le dijeron "de todo" en su entorno y le acusaron de robar "a un ministro a la Iglesia".

Aun así, ellas opinan que la pareja formada por Novell y Caballol lo tendrá más fácil de lo que lo tuvieron otras antes, quieren creer que por la labor de visibilidad suya y porque la Iglesia ya no tiene el influjo social que tenía en su época. Aunque se trate del primer cura de curas (obispo) en salirse por un amor.

Incluso la Iglesia Católica ha avanzado en cómo deja marcharse a los hombres que no quieren vivir en celibato ni permanecer en la clandestinidad una vez roto. El Vaticano cambió recientemente el "rescripto de secularización", que así se llama el protocolo que hay que seguir para que el Papa permita a un sacerdote hacerse seglar. El nuevo rescripto, dicen los expertos, es mucho menos vejatorio y ofensivo que el anterior. 

Los maridos de Emilia y Tere, Julio y Andrés, fueron objetores de conciencia a la dispensa papal, porque entonces se exigía que un psicólogo dijera que tenían condiciones que les inhabilitaban para el sacerdocio, se les impedía casarse con solemnidad, no podían ayudar a misa ni hacer lecturas, ni ser profesores de religión. Y se les obligaba a tener que dejar los barrios y los pueblos en los que hubieran oficiado misas. Hoy, Xavier Novell y Silvia Caballol, si ellos quieren, no tendrán que sufrir el destierro.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento