El juego secreto de Bigote Arrocet

  • El chileno, expareja de María Teresa Campos, parece seguir pautas impuestas por la representante Mariví Tejela.
Bigote Arrocet, en una imagen de archivo.
Bigote Arrocet, en una imagen de archivo.
GTRES
Bigote Arrocet, en una imagen de archivo.

Bigote Arrocet tiene un secreto y tratará de protegerlo en el nuevo programa Secret Story, el actualizado Gran Hermano de famosos que la cadena Telecinco programará próximamente contra las pasiones turcas de Antena3.

El chileno, de actualidad después de que María Teresa Campos hiciera uso de una copia de su documento nacional de identidad para llevar al desguace sus dos coches, no quiere responder ante el movimiento inesperado de su ex: "No sé qué decirte, porque mienten mucho y dicen cosas de todo tipo", responde a 20minutos.

Se mueve entre ese sí pero no tan caprichoso como peligroso. Parece seguir pautas impuestas por Mariví Tejela, esa representante que lo mete y saca de la hornacina cuando la puja es elevada. Juega a caballo ganador sin haber entendido que lo que hoy parece oro mañana es simple bisutería.

No sé cuánta gracia le hará a la Campos ver que su expareja sigue caminando al lado de la mujer que, durante varios meses, le aseguró que su novio volvería al redil, que la prensa vendía humo e incluso publicaba declaraciones inexistentes. Durante sus continuas comunicaciones, Tejela le repetía, con convencimiento semejante al de un político, que Bigote contaba los días para volver a su lado. Mantuvo encendida una llama que, en realidad, era un efecto óptico recreado a medida.

Sobre ella se abalanzaron los dedos acusadores de las hijas de la presentadora cuando tocó fondo. Aunque solo juegan al quién es quién entre ellas, sería conveniente que Terelu y Carmen dieran un paso al frente y explicaran cómo su madre se quedó cazando moscas al comprobar que las esperanzas pronunciadas por voceros o portavoces eran, en realidad, falsedad o pura estrategia.

Recuerdo el malestar, dolor e indignación de Terelu durante una conversación que mantuvimos por aquel entonces. Me hizo partícipe de ese sentimiento de protección que, aunque a veces vende al mejor postor, es sincero. Empiezo a tener simpatía por esas contradicciones tan de la casa, pero que no son más que retazos de humanidad.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento