Los defensores del llamado trazado catalán de la autovía del Mediterráneo A-68 se reunieron hoy en Gandesa (Tarragona) para evaluar la decisión del Ministerio de Fomento que el enlace de esta vía con el Mediterráneo se haga por Valencia y reclamaron la conversión de la N-420 en autovía.

Para los defensores del trazado catalán, liderados por las Cámaras de Comercio de Tortosa y Reus, esta decisión "no debe ser obstáculo" para continuar trabajando por la conversión de la N-420 en autovía ya que ambos proyectos "son perfectamente compatibles y deberían ejecutarse en un mismo calendario". Por eso quieren que el Estado incluya este proyecto dentro del Plan Estratégico de Infraestructuras y en los presupuestos del 2010.

Pidieron también que la Generalitat avance los estudios para ejecutar el desdoble de la C-12 y especialmente el tramo que transcurre por les Terres de l'Ebre y que se inicie el estudio de viabilidad de la conversión en autovía de la C-43 (Gandesa-Benifallet).

Por su parte, el alcalde de Reus, el socialista Lluis Miquel Pérez, consideró hoy que ha habido cierto "tremendismo" en el Camp de Tarragona cuando se supo la decisión de Fomento y apostó también por la mejora de la N-420.

Para él, es importante que se aceleren las construcciones de las variantes de Gandesa, Corbera d'Ebre y Riudecols para conseguir así una mejora notable en las conexiones con Aragón por Tarragona.

Para Pérez, la carretera resultante tendrá mejores prestaciones que la A-68 de Valencia y más rapidez en su ejecución. También apuntó que queda un elemento por resolver cuanto antes que es la conexión del llamado Eix de l'Ebre con la A-68 que también debería acelerarse, opinó.