Según ha explicado Cort este miércoles en nota de prensa, al simulacro, que ha concluido satisfactoriamente, han acudido el regidor de Medio Ambiente y Bienestar Animal de Palma, Ramón Perpinyà, y el coordinador del área, Nicolau Cañellas, quienes han destacado la "velocidad, seguridad y eficiencia de los miembros del equipo".

El regidor ha agradecido también el trabajo "importantísimo" que llevan a cabo los socorristas "no solo a la hora de salvar vidas", sino también "en la prevención de contagios de la COVID-19 en estas dos últimas temporadas".

TRES TIPOS DE SIMULACRO

El primer simulacro ha consistido en la observación por parte del socorrista de una embarcación cerca del dique del Oeste cuya tripulación solicitaba ayuda, al tiempo que señalaba a las rocas.

En ese momento, el supervisor ha activado de inmediato la embarcación de salvamento y, al llegar al punto indicado, ha observado a un grupo de jóvenes haciendo escalada. Uno de ellos estaba en el agua con un fuerte dolor de espalda por una caída.

Entonces, dos socorristas se han lanzado al agua y han rescatado e inmovilizado al accidentado. Simultáneamente, se ha informado al equipo de tierra y se ha avisado a la ambulancia, que posteriormente ha trasladado al joven al centro médico más cercano.

El segundo supuesto ha consistido en la atención de una persona que estaba inmóvil en el agua. De forma inmediata, el vigilante de la torre ha dado aviso y ha acudido un primer socorrista para rescatarle, llevarle a la arena e iniciar la reanimación.

Una vez ha recuperado el conocimiento y el pulso, la persona ha sido trasladada al centro sanitario en ambulancia, que ha llegado en pocos minutos.

En el tercer caso se ha llevado a cabo la atención de un usuario que ha solicitado el servicio de los vigilantes por llevar silla de ruedas.

Siguiendo el protocolo, los socorristas le han proporcionado una silla anfibia y han estado atentos en todo momento a su baño. Después, cuando ha pedido ayuda para salir, le han acompañado hasta la zona de sombra, donde se ha realizado nuevamente la transferencia a su silla de ruedas.

El Ayuntamiento ha recordado que estas prácticas de reanimación se realizan de acuerdo a los nuevos protocolos de prevención del coronavirus con los equipos de protección correspondientes, como son los EPI reglamentarios.

Una vez finaliza el servicio, todo el material se limpia y desinfecta, al igual que se hace con el baño y la ducha para las personas con movilidad reducida.

Cort ha asegurado que, con estos simulacros, se consigue mejorar la actuación de los socorristas ante las posibles emergencias que pueden ocurrir en las playas, "poniendo en práctica, evaluando y valorando" los distintos ejercicios de entrenamiento y coordinación, la aplicación correcta de los protocolos COVID-19 de prevención, los tiempos de respuesta, el grado de coordinación de los dispositivos desplegados o la distribución de responsabilidades, entre otros.