España pone bajo control la quinta ola de coronavirus antes de la vuelta a la actividad con varios frentes abiertos

La gente camina por la calle La Rambla (Barcelona).
La gente camina por la calle La Rambla (Barcelona).
Europa Press
La gente camina por la calle La Rambla (Barcelona).

Con la quinta ola ya remitiendo, España afronta ahora una vuelta a la rutina en septiembre con nuevos retos que abordar. Los datos de vacunación se han multiplicado en los últimos meses, rozando ya el objetivo marcado por el Gobierno; y la incidencia salió este lunes del 'riesgo extremo' por contagio, lo que ratifica la evolución favorable de la pandemia de coronavirus iniciada en el ecuador del verano, a principios de julio. 

Según datos de este lunes, Sanidad registró una bajada de 22 puntos en la incidencia hasta los 242 casos por 100.000 habitantes y notificó 15.489 nuevos positivos respecto al viernes (8.410 menos que hace una semana). En cuanto a la presión hospitalaria, también sigue remitiendo tras semanas al alza tanto en las plantas de hospital como en UCI, y se sitúa en 6,07% y 18,04 de ocupación respectivamente. 

Ahora bien, resueltos unos dilemas, van apareciendo nuevos frentes que en un principio no se tuvieron en cuenta. Uno de ellos es la posibilidad, todavía abierta, de tener que inocular una tercera dosis de refuerzo a la población. Si bien la deseada 'inmunidad de rebaño' se fijó en el 70% de inmunizados, los datos y los expertos descartan ya esa tasa -la amplían al 80 o 90%-, y advierten de que todavía no existe un suero que logre erradicar al cien por cien la transmisión del virus SARS-CoV-2. 

Son varios los países que han ido adoptando esta medida ante la toma de protagonismo de la contagiosa variante Delta (originada en la India), y a pesar de las peticiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de priorizar la donación de vacunas a países con menos recursos antes de recurrir a un pinchazo extra para su población. También la Comisión Europea (CE) hizo un llamamiento a la prudencia en su momento, recordando que todavía no hay evaluación científica suficiente que avale la efectividad de una tercera dosis.

Tercera dosis en España

Israel, China o Rusia ya lo hacen, mientras Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros, ya han marcado fecha en el calendario para empezar con este proceso, y todas son en septiembre. España podría ser la próxima en tomar esta decisión, aunque por el momento ya han avanzado una posible priorización de los colectivos más vulnerables. 

"Nuestro país está preparado, si así lo deciden las autoridades sanitarias, para la inoculación de una tercera dosis de la vacuna Covid", ha remarcado este lunes la ministra de Sanidad, Carolina Darias. En una entrevista en Onda Cero, Darias ha recordado que la decisión, en todo caso, dependerá del consenso que se alcance con los técnicos de la ponencia de vacunas este miércoles. Eso sí, los principales puntos de la propuesta están bastante claros y, según la titular de Sanidad, prácticamente acordados: en un principio, la dosis de refuerzo se administraría a inmunodeprimidos o en tratamiento oncológico. 

"Hay consenso en las personas con una inmunosupresión, por ejemplo por trasplante sólido", ha indicado la ministra, matizando que lo importante para este grupo es lograr la misma respuesta que a las personas no inmunodeprimidas. 

Vuelta a la presencialidad 

Otro punto caliente, ahora que ha terminado el verano para la mayoría de españoles, es el comienzo de curso que, aunque se aborda este año con menos incertidumbre, todavía hay asuntos que generan controversia. Lejos del estruendo que generó hace un año la vuelta a las aulas (la primera, desde el inicio de la pandemia), la situación epidemiológica actual da pie a cierta tranquilidad en los colegios. 

En primer lugar, se parte de la experiencia del año pasado, que permitió detectar las debilidades o errores de una forma de educar para la que nadie estaba preparado en ese entonces. Es, además, una situación muy diferente en cuanto a contagios. España se adentraba en una segunda ola de coronavirus, como consecuencia del verano, justo en el mes de septiembre. Ahora, sin embargo, el país sale de una quinta ola que, aunque ha sido especialmente intensa en cuanto a los contagios, ha resultado ser bastante menos letal que las anteriores. 

Además, en ese entonces la vacuna contra la covid-19 no era siquiera una realidad en el país. Un año después, España cierra agosto con casi el 70% (69,1%) de la población completamente inmunizada y con cifras de vacunación en jóvenes que suben diariamente: el 56,4% de los jóvenes de 20 a 29 años y el 25,6% de los de 12 a 19 años ya cuentan con la pauta completa. 

Con todo, asuntos como la presencialidad o el ratio por clase despiertan reticencias en la comunidad educativa. Según la batería de medidas plasmadas en un documento del ministerio de Sanidad y de Educación para el curso 2021-2022, se priorizará siempre la presencialidad, dado el bajo número de casos detectados en centros educativos.  Asunto que va muy unido a la brecha académica y a las desigualdades que se acentuaron durante los meses de confinamiento entre familias con más o menos recursos tecnológicos.

Deberán, asimismo, multiplicarse los esfuerzos por prevenir los contagios en los centros, donde la mascarilla será obligatoria en todo momento (para los mayores de seis años). No obstante, ya han denunciado algunos sindicatos que controlar las medidas de una forma exhaustiva es incompatible con las cifras de ratios que pretenden implantarse este año: las previas a la pandemia. 

La mortalidad se resiste

Mientras el resto de indicadores han ido estabilizándose en las últimas semanas, el de decesos se resiste y se mantiene en cifras todavía preocupantes para estar saliendo de la quinta ola: por encima de los 100 diarios. Sí que se ha notado una ligera caída desde el pasado lunes (201 fallecidos), pero el número de muertos con diagnóstico positivo era de 146 este lunes.

De hecho, este mismo lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de un aumento del 11% en el número de muertes en Europa en la última semana y ha estimado un escenario menos favorable para los próximos meses. Según la advertencia lanzada por el director regional de la OMS, Hans Klugue, en los próximos tres meses (de septiembre a diciembre) se producirán 236.000 muertes relacionadas con la covid-19 en la Región. "Varios países están comenzando a observar una mayor carga para los hospitales y más muertes", ha señalado.

Darias ya auguró esta tendencia cuando aseguró que lo habitual en cualquier onda epidémica era que el descenso se dejase notar primero en la incidencia y en el número de contagios, para luego extenderse a los hospitalizados y fallecidos. 

No obstante, el temor se focaliza sobre todo en las residencias donde, si no todos, la inmensa mayoría del personal y residentes cuentan con la pauta completa de inmunización. Aun así, la reapertura de los centros y la llegada de una variante más transmisible ha supuesto un caldo de cultivo perfecto para que la incidencia aumentara en las residencias. 

De hecho, y según datos del Imserso, solo en la semana del 16 al 22 de agosto fallecieron 166 residentes con covid-19 confirmado, lo que asciende a 4.516 el número total en lo que llevamos de año 2021. Cifra considerablemente alta si se tiene en cuenta que en la primera semana de julio (Del 5 al 11) se notificó apenas un fallecimiento en residencias. 

Muertes en las residencias en la quinta ola.
Muertes en las residencias en la quinta ola.
CARLOS GÁMEZ

El ocio nocturno se erige como alternativa a los botellones

Otro tema de debate se cierne en torno a la cultura y el ocio nocturno, que está atado a limitaciones (distintas según la comunidad) al aforo y horarios, impuestas desde que permitieran su reapertura.

El sector exige una actualización de las medidas ahora que el porcentaje de inmunizados va creciendo y en vista a los botellones que han ido proliferando en varios puntos del país. 

En Barcelona, por ejemplo, el teniente de alcaldía de Seguridad de la ciudad condal, Albert Batlle, opina que, después de la "explosión de incivismo" que se ha vivido en la capital catalana en los últimos días, el ocio nocturno no puede echar el cierre a las 00.30 horas. Por ello, ha anunciado que el consistorio propondrá al Procicat ampliar el horario de las terrazas y del metro.

Otra opción que plantean es la de exigir el certificado de vacunación para entrar en sus recintos; asunto que ya plantearon algunos gobiernos regionales, pero que fue tumbado posteriormente por la justicia. 

La vacuna española, en el horizonte

Algo más tarde, pero en un horizonte todavía visible, está la posibilidad de poder comercializar la vacuna española contra el coronavirus, desarrollada por la farmacéutica Hipra

Concretamente, y si los ensayos clínicos prosperan, el Gobierno prevé poder empezar a distribuirla a principios de 2022, según afirmó el domingo la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant. 

"La vacuna de Hipra, que ahora mismo es la más avanzada, presenta buena respuesta frente a todas las variantes y, además, se conserva a temperatura de nevera por lo que se facilita mucho la logística", apuntó la ministra en una entrevista en El Periódico.

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