El Ayuntamiento de Barcelona ha dado el pistoletazo de salida este lunes a las obras de derribo de tres edificios con problemas estructurales muy graves en el barrio del Carmel de Barcelona. La deconstrucción de las tres fincas del pasaje de Sigüenza –los números 93, 95 y 97- se tiene que hacer manualmente y desde el exterior por el elevado riesgo de derrumbamiento. 

"Durante el verano, los equipos técnicos han apuntalado los números 93 y 95 y hoy empieza el derribo de los inmuebles. No se puede hacer con maquinaria e, incluso, los trabajadores no pueden estar dentro de los edificios", ha explicado la concejala del distrito de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón. "Hay un gran andamio externo y los operarios están asegurados por una grúa gigante en la calle de Sigüenza", ha continuado Alarcón.

Los trabajadores de la empresa Control Demeter han empezado las tareas de demolición este lunes a mediodía en el número 95 del pasaje de Sigüenza, el edificio que se encuentra en peor estado y con un elevado peligro de colapso. De hecho, el pésimo estado de los tres inmuebles que irán a tierra provocaron que hace un mes y medio –el 12 de julio pasado- se tuviera que ordenar el desalojo de urgencia de tres edificios más: los números 91 y 101 del pasaje de Sigüenza y el 91 de la calle de Sigüenza. "Justamente se hizo para evitar un posible efecto dominó si caía el número 95, que está muy deteriorado y en riesgo de ruina inminente", ha recordado Alarcón, que ha precisado que en las próximas semanas se irá alternando el derribo de estos números 95 y 93.

ACN

Cuatro meses de obras de derribo

"Dos pisos de uno y un piso del otro, así sucesivamente, para evitar que la carga haga caer a ninguno de los dos edificios o afecte a otras fincas. El último inmueble a demoler será el número 93, el más bajo de todos", ha comentado Alarcón, que ha calculado que la deconstrucción de los tres edificios del pasaje de Sigüenza se alargará unos cuatro meses. "Creemos que a finales de noviembre o principios de diciembre ya se podrán dar por finalizadas las obras de derribo. Todo dependerá también de la meteorología, puesto que si hay días de lluvia se puede atrasar todo", ha reconocido la concejala del distrito, que afirma que la intención del Ayuntamiento de Barcelona a partir de ahora es "salir adelante" con el plan general aprobado el 2010.

"Esto significa expropiar todas las viviendas del pasaje de Sigüenza. Se trata de una inversión de unos 20 millones de euros que no se puede hacer de golpe y que se tendrá que ir haciendo por fases", ha señalado Alarcón. "La idea es hacerlo de forma aseada y en función de como estén afectados los propios edificios. Que los vecinos tengan tiempo de sacar muebles y pertenencias para ir a otra vivienda directamente para vivir", ha recalcado la concejala, que ha aceptado que uno de los caballos de batalla de los vecinos y las familias ahora afectadas (unas 30 con un total de 63 personas) es obtener una buena valoración de sus viviendas.

"El problema con el edificio del número 95 es que está declarado como ruina inminente, y esto hace bajar la valoración", ha apuntado Alarcón. "Sin embargo, estamos trabajando con los servicios técnicos para que la tasación sea la máxima posible", ha concluido Alarcón.