El Gobierno vuelve a la carga con su plan para implantar nuevos peajes en la red viaria española. La nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, avanzó este domingo que el Ejecutivo va a proponer "tarificar la red viaria" y defendió que "el pago por uso" es una "tendencia consolidada en los países más avanzados". 

En un artículo publicado en La Vanguardia, Sánchez afirmó que es necesario "disponer de las herramientas adecuadas para aplicar el conocido 'quien contamina, paga'" y sostuvo que sólo hay dos opciones: seguir con un sistema plagado de "desequilibrios e ineficiencias" o "transitar" hacia un modelo basado en la "contribución del usuario", es decir, en más peajes.

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Sánchez defendió esta última opción porque liberaría "una parte del presupuesto público para otras necesidades", y argumentó que "el porcentaje de la red tarificada de alta capacidad en España es de las más bajas de Europa (el 15%), mientras que países de nuestro entorno apuestan por cobrarla casi en su totalidad". "El Gobierno ve necesario abordar el debate", insistió.

La nueva responsable de Transportes publicó este artículo coincidiendo con la finalización de los peajes en la AP-2 y la AP-7, tras una concesión de 55 años. Sánchez defendió que desde la llegada del PSOE al poder se han liberado 1.029 kilómetros de peajes, lo que genera "un ahorro para los ciudadanos de 1.400 millones", pero advirtió de que "esta estrategia no es gratis para el Estado".

La ministra, nombrada en julio, avanzó que el Gobierno hará una propuesta para cobrar la red viaria y que dialogará con "grupos políticos, agentes sociales y administraciones" hasta consensuar un modelo "basado en los principios de equidad territorial, seguridad viaje y sostenibilidad ambiental", de modo que se alcance un sistema "justo".

La pasada primavera, aún con José Luis Ábalos como ministro de Transportes, el Gobierno incluyó la implantación de nuevos peajes en la red viaria en el plan de reformas pactado con Bruselas a cambio de la llegada de los fondos de recuperación. En ese texto, el Ejecutivo fechaba en 2024 la entrada en vigor de ese nuevo esquema de peajes en las carreteras.

Tras el revuelo causado entre conductores, transportistas y oposición, Ábalos dijo que sólo intentaba "abrir el debate", mientras que la entonces portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, justificó los peajes en que "23 países de la UE" ya aplican el "pago por uso". Si España quiere ser "homologable" a la media europea, "no podemos decir a todo que sí menos a lo que implica un esfuerzo", agregó.

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Ahora, con una nueva ministra, el Gobierno parece decidido a retomar el plan para implantar peajes en la red viaria de alta capacidad. Antes de la llegada de Sánchez al departamento, el Ministerio barajaba un coste aproximado de un céntimo por kilómetro, con lo que un viaje Madrid-Valencia rondaría los 3,60 euros y un Madrid-Barcelona, saldría por unos 6,20 euros.