¿Por qué las avispas han comenzado a construir nidos fluorescentes?

Nidos fluorescentes de avispas.
Nidos fluorescentes de avispas.
Daney de Marcillac, et al/Journal of the Royal Society Interface
Nidos fluorescentes de avispas.

Las avispas de distintas partes del mundo parecen estar cambiando sus hábitos y han comenzado por modificar el color de sus nidos por uno muy particular: sus nuevas casas son ahora de un sorprendente verde fluorescente. Es el inesperado descubrimiento realizado por un grupo de científicos de diferentes nacionalidades mientras atravesaban la selva tropical del norte de Vietnam.

Los investigadores, que han publicado su hallazgo en el Journal of the Royal Society Interface, dieron con estos particulares nidos de avispas del género Polistes mientras recorrían la zona septentrional del país asiático en busca de algún tipo de bioluminiscencia. Allí, encontraron que los nidos de estas casas presentaban un color convencional al iluminarlas con luz blanca, pero la fluorescencia comenzaba a aparecer bajo la luz del día. Este verdor era todavía más pronunciado por la noche bajo una linterna ultravioleta (UV), cuando el brillo podía verse a 20 metros de distancia.

Atónitos, los autores del estudio compararon estas estructuras creadas por las avispas vietnamitas con los de otras dos especies de Polistes: una de la selva amazónica de la Guayana Francesa y otra de una región templada del sur de Francia. Así, constataron que todos los nidos de las avispas mostraban propiedades fluorescentes similares.

Además, comprobaron que era concretamente la zona de los capullos donde crecen las larvas de las avispas las que presentaban esta luminiscencia y que los brillos entre las especies variaban tanto en intensidad como en el rango de luz ultravioleta que provocaba la reacción más fuerte.

¿A qué obedecen estos nidos fluorescentes?

Constatado este fenómeno, ahora los científicos intentan hallar una explicación a este fenómeno. Entre las posibilidades que barajan, se encuentra la opción de que se trate de una técnica de camuflaje de los nidos, para mimetizarse con las hojas del entorno. Una alternativa es que obedezca a una necesidad de fotoprotección, puesto que, durante su metamorfosis, la frecuente división celular hace que los tejidos de las larvas sean especialmente vulnerables. 

Estudios anteriores sugieren que el desarrollo de las larvas de avispa está enormemente influenciado por la duración relativa del día y la noche. Además, la fluorescencia es una posibilidad eficaz utilizada por los organismos vivos para filtrar la radiación ultravioleta dañina contenida en el espectro solar. De este modo, los capullos brillantes pueden ayudar a controlar la cantidad de luz que llega.

Por otro lado, las especies vietnamitas de Polistes suelen reproducirse durante la estación lluviosa, entre junio y agosto, cuando la nubosidad impide que una cantidad significativa de luz visible llegue a los nidos, pero deja pasar una buena cantidad de radiación ultravioleta. Al hacer brillar las tapas de los capullos, esta iluminación residual UV puede aumentar la exposición general de las larvas de avispa durante su desarrollo e influir positivamente así en su crecimiento.

Otra explicación para estos nidos fluorescentes es que tengan una función de señalización para facilitar el reconocimiento de los nidos y distinguirlos de las colonias vecinas. No obstante, los autores continuarán sus investigaciones para determinar la composición de estos nidos y ofrecer la explicación más plausible.

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