En un comunicado, la concejala de Salud Pública, la socialista Marisol Garmendia, ha señalado que "este año se han colocado 17 puntos de muestreo distribuidos por todo el municipio y equipados con ovitrampas para monitorizar el avance de este mosquito invasor".

"Aunque la presencia de este insecto parece haber disminuido en la península, el típico verano donostiarra ha hecho posible que se haya detectado su presencia en varios puntos de la ciudad, confirmando así su avance en el término municipal", ha afirmado.

Según ha indicado, se ha detectado la presencia de huevos del mosquito tigre en el parking de autocaravanas de Berio (fue en 2018 el primer sitio de San Sebastián en que se localizó a este mosquito), en calle Almortza, en la zona del hipódromo, en la calle Alkolea y en el centro de transportes de Zubieta.

"Cuando tenemos conocimiento de su existencia, se actúa para evitar su expansión", ha explicado la edil. En este sentido, ha señalado que han remitido a los residentes en la calle Alkolea un escrito y un tríptico con información sobre este mosquito, las precauciones que deben adoptarse y un teléfono al que llamar.

Garmendia ha recordado que este insecto tiene preferencia por contenedores de agua naturales, como agujeros de los troncos de árbol, o artificiales, como platos de macetas, neumáticos, recipientes, latas, etc. En esos sitios es donde pone sus huevos e inicia su primer ciclo de vida acuático. "Es en este punto dónde hay que actuar, y para el que es muy importante la colaboración ciudadana", ha señalado.

A ello ha añadido que se trata de un mosquito de hábitos diurnos que no duda en picar, incluso a través de ropa fina como calcetines. Se ve atraído por prendas oscuras, que les sirven de camuflaje ytienen más temperatura. En esta línea, ha advertido de que la clave es la prevención y hay que impedir la reproducción del mosquito.

Para ello, ha recomendado hacer revisiones periódicas en balcones y terrazas, evitando acumular agua; vaciar dos veces por semana los recipientes que tengan agua; renovar cada dos o tres días el agua de los bebederos de nuestros animales; echar agua en los sumideros al menos una vez por semana para evitar el estancamiento de agua; evitar acumular agua en imbornales, alcantarillas y canalones de tejados y utilizar redes mosquiteras en ventanas, depósitos, recipientes con agua para riego, etc.