Los tres asaltantes cortaron la alambrada que delimita el puerto "con la intención de llevarse tres motores de alta potencia de una embarcación", pero los agentes detectaron la intrusión y se desplazaron hasta el lugar.

Los motores que presuntamente estaban intentando sustraer eran de una embarcación que había sido confiscada, y los asaltantes, al ser sorprendidos por la Guardia Civil, huyeron nadando a través del espigón del puerto.

Los agentes del Servicio Marítimo localizaron a uno de ellos dentro del agua y lo detuvieron, y minutos más tarde, otra patrulla detuvo a los otros dos ya en tierra y con la ropa mojada.

Para perpetrar el robo, los presuntos ladrones tenían preparado un remolque para transportar los motores de unos 300 kilos de peso y que están valorados en 28.000 euros cada uno de ellos.