Así lo ha anunciado este martes la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, quien ha recordado que se decidió suspender las fiestas primero hasta el 31 de agosto y luego hasta el 30 de septiembre y acercar la toma de nuevas decisiones a los momentos próximos a nuevas ediciones para conocer antes la incidencia de la COVID-19 y tomar una "posición ponderada".

Ha señalado que agosto, un mes tradicionalmente vacacional, es "proclive a que la gente pueda relajarse más" por lo que "se decidió con buen criterio" alargar la suspensión hasta el 30 de septiembre.

Mayte Pérez ha apelado a la "responsabilidad y prudencia" de los ciudadanos porque "el virus todavía está" presente, aunque el impacto de la vacunación "es magnífico" y ahora "estamos en cifras distintas" a meses pasados.

"El ritmo de vacunación es excelente y todo depende del comportamiento individual", ha continuado la consejera, quien ha señalado que en función de la actitud de cada uno "lograremos vencer antes a este monstruo", añadiendo: "Ya vamos viendo la salida".

FORMATO REDUCIDO

Por su parte, la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, ha indicado en rueda de prensa que, en caso de celebrarse, será con "un formato más reducido". "La idea es evitar todo tipo de aglomeraciones", por lo que el escenario de la plaza del Pilar se mantendrá, en caso de que haya fiestas, solo para las jotas, ha señalado.

El resto de conciertos que anteriormente tenían lugar en este mismo emplazamiento se trasladarán a la zona próxima a la Noria siria, en el Parque del Agua. La vicealcaldesa ha explicado que se trata de un espacio "grande" y "muy versátil", que ofrece la posibilidad de adaptarse al formato que marquen las autoridades sanitarias.

Asimismo, Sara Fernández ha recordado que se ha sacado a licitación la "estructura" de los eventos, que incluye el escenario, el sonido y la imagen. Aunque "la pandemia sigue ahí", ha agregado, por una cuestión de plazos había que llevar a cabo el procedimiento concursal.

En cualquier caso, la edil ha confirmado que se sigue trabajando con reserva previa de entradas y control de datos, por si fuesen necesarios para realizar un rastreo.