Según la Policía Nacional, los hechos ocurrieron el pasado jueves 12 de agosto, en el marco del dispositivo especial de verano, que los agentes activan para evitar los robos con fuerza en domicilios, ya que este tipo de delincuentes aprovechan y estudian los desplazamientos por vacaciones para asegurar la ausencia de moradores en los domicilios a violentar.

Para tener constancia de lo anterior, los delincuentes colocan testigos en las puertas, unos pequeños trozos de plástico que encajan entre el marco y la propia puerta.

Transcurridas unas 24 horas desde que los instalaron, vuelven y comprueban las viviendas donde los testigos están intactos, suponiendo que los propietarios están ausentes y así poder cometer los robos.

Durante el desarrollo de este dispositivo, los agentes detectaron a tres personas, a bordo de un vehículo que les llamó la atención, por la forma de observancia a diversos edificios de varias zonas de la ciudad, hasta que a media noche, se apearon del turismo y fueron perdidos de vista.

A las 6 de la madrugada volvieron al vehículo, iniciándose un seguimiento tras ellos, intentando los mismos huir hasta que fueron interceptados a la altura del parque de la Cartuja, encontrándose en la inspección realizada al turismo gran cantidad de joyas, más de cien piezas, relojes ropa de marca y dinero en efectivo, que resultaron provenir de la comisión de al menos cuatro robos con fuerza en viviendas.

Es necesario resaltar el alto grado de especialización de los ahora detenidos, que han hecho de la comisión de estos robos su método de vida, para lo cual han adquirido grandes conocimientos de cerrajería en el fin de abrir las puertas de las viviendas sin daño aparente.

Los detenidos, solo uno con detenciones anteriores, se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal y robos con fuerza en domicilios, ya pasaron a disposición de la Autoridad Judicial, quien decretó prisión para los tres.