La Policía Local del municipio gerundense de la Jonquera ha advertido a las prostitutas que, a partir de este jueves, se enfrentan a multas de hasta 3.000 euros si continúan ejerciendo su oficio a la vía pública. Esta localidad fronteriza tiene mucho tráico de camiones que van a Europa y, sus conductores aprovechan por reclamar los servicios de las prostitutas.

El ayuntamiento, cansado de que las chicas se pongan cerca de zonas deportivas y calles, ha impulsado esta ordenanza que multará tanto la prostituta como el cliente. La misma ordenanza también prevé sanciones de hasta 750 euros para los vendedores ambulantes y, como novedad, también por los compradores.

A finales de mayo, el alcalde de la Jonquera, Jordi Cabezas, harto de que la prostitución aumentara sin freno en su municipio, anunció que se modificaba el Ordenanza de Convivencia para prohibir el sexo retribuido tanto en los aparcamientos de camiones como en la vía pública. Las sanciones mínimas serán de 750 euros pero aumentarán hasta los 3.000 si las chicas y los clientes practican sexo en espacios considerados "sensibles'" como las proximidades de zonas deportivas o escolares.

¿Pero qué hago si tengo un alquiler por pagar?", dice una mujer morena de unos 40 años que espera ante una zona de camiones que alguien reclame sus servicios. 'Esto ya no es cosa nuestra, usted se puede dedicar a otro oficio', le recomienda Garrote. El caporal explica que, cuando explican la nueva situación a las chicas, muchas dicen que 'no trabajan por pagar el ayuntamiento' y de otras que, hasta que no vean que el ordenanza 'es verdad', no piensan marchar.

Sin embargo, la policía ha notado que algunas de las chicas -hacia una quincena y que trabajaban en el día- han marchado de la Jonquera ante la amenaza de la nueva normativa. 'No sabemos dónde han ido pero en la Jonquera no son', ha declarado. Sin embargo, ante el miedo que estas chicas se vayan a municipios próximos, el Ayuntamiento de Figueres ya ha pedido el ordenanza en la Jonquera por estudiarla y poder emprender acciones similares de manera 'preventiva'.

Algunas prostitutas pero, todo y conocer la situación, no vuelan marchar. 'A mí hasta que no me traigas la ley y yo la vea no marcho', dice una joven de origen rumano que tiene 21 años y desde los 18 trabaja en la Jonquera. Dos chicas más, situadas a pie de la N-II, dicen a los agentes que ya saben qué pasará a partir del jueves pero no obran boca cuando la policía pregunta: 'Y qué haréis a partir del jueves, continuaréis viniendo?'.