El GPS les sigue jugando malas pasadas a los turistas o a aquellos que vana nu lugar por primera vez. Eso es al menos lo que dice una familia de turistas franceses que acabó "aparcando" su furgoneta en medio de la arena de la playa de Llanes, en Asturias, porque el GPS les guió hasta allí y en ningún momento se plantearon que podría estar prohibido. Y eso, que para llegar hasta allí tuvieron que ignorar varias señales de tráfico que prohíben el paso de vehículos y sortear una extensa franja de cantos rodados que trata de proteger la costa.

Una vez tuvieron la furgoneta dentro del arenal, prácticamente en primera línea de playa, se dieron cuenta de que eran incapaces de sacarla de la arena, así que, ya que estaban en el entorno privilegiado que es la playa de Llanes, decidieron aprovechar para tirarse en la arena a tomar el sol y darse un baño mientras pedían ayuda, según recoge 'La Nueva España'. 

Un vecino tuvo que remolcarles con un tractor, pero no evitaron la multa

Eso fue, al menos, lo que alegaron estos turistas a la policía cuando les encontraron "aparcados" en la playa, que el GPS les había jugado una mala pasada. Aún así, los agentes de la Policía Local les multaron por saltarse la señalización y por acceder a la playa, algo prohibido por la legislación vigente, salvo para vehículos agrícolas o autorizados.

Finalmente, como la furgoneta no iba ni para adelante ni para atrás, un vecino de Llanes se apiadó de los turistas. El paisano bajó a la playa con su tractor y, con él, tuvo que remolcar la furgoneta de los franceses y llevarla hasta el camino de acceso al arenal, dejando una curiosa escena que otros vecinos no dudaron en grabar.

Autocaravanistas incívicos

Cabe recordar que el ayuntamiento de Llanes acordó el cierre de varios aparcamientos de caravanas cercanos a la playa por el comportamiento incívico de "algunos autocaravanistas que orinan, defecan y vierten sus residuos cerca de los vehículos".