Unas 800 personas. Esa es la cifra que maneja el Gobierno para acoger tras la crisis desatada en Afganistán, todos ellos colaboradores afganos que tendrán que ser repatriados a causa de la toma por parte de los talibanes. Ese número lo ha dado el propio ministro de Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá, pero explicó que es complicado en estos momentos concretar el número de personas que van a ser acogidas por España, primero por la compleja situación en el aeropuerto y, segundo, porque, tal como expresó el ministro, son "potenciales candidatos o personas que han mostrado su interés". Aunque el dispositivo, añadió, "está preparado para acoger a unos cuantos cientos".
"No creo que la restricción sea nuestra capacidad de acogida, 800 es la capacidad de la instalación de tránsito de Torrejón para 72 horas, luego esos podríamos incluso acoger de golpe", ha dicho el responsable de Inclusión en La Sexta, quien ha destacado que el Gobierno dedica todos sus esfuerzos "para que todos los afganos que han colaborado con las instituciones españolas y quieran venir lo puedan hacer". En todo caso, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, prefirió no dar cifras concretas porque "la situación es muy difícil" y por tanto se trata "de una lista dinámica".
Ese dato se ha conocido justo cuando el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha presidido una reunión interministerial para coordinar la respuesta en Kabul. En el encuentro han estado presentes los ministros de Presidencia, Félix Bolaños; Defensa, Margarita Robles; Interior, Fernando Grande-Marlaska; Exteriores, José Manuel Albares; Inclusión, José Luis Escrivá; y Sanidad, Carolina Darias. Además, se ha unido la vicepresidenta Yolanda Díaz, como única representante de Unidas Podemos.
Bolaños sostuvo que el dispositivo para la evacuación se encuentra plenamente operativo, mientras que Albares mantuvo que hasta que concluya el proceso seguirá siendo prioritario preservar la seguridad del colectivo que queda por trasladar a España, así como abordar las peticiones de ayuda de líderes de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos, con especial atención a los relativos a mujeres y niñas.
Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha destacado que las Fuerzas Armadas siguen realizando, con discreción, un gran trabajo para garantizar la integridad y la seguridad de todo el personal que pueda ser repatriado desde Afganistán. Robles ha insistido en que el compromiso del Gobierno es traer con garantías a todo el contingente español.
A Madrid ya llegó el primer avión del Ejército español con los primeros evacuados, un total de 53 personas, y está previsto que en las próximas horas lo haga el segundo. Además, hay una tercera aeronave medicalizada para un posible contratiempo y el Gobierno ha enviado este jueves un cuarto avión. El segundo de ellos, de hecho, saldrá esta madrugada desde Dubai hacia Kabul para seguir con las repatriaciones.
En este contexto tan complicado, España será asimismo punto de llegada de otros colaboradores de la UE que sean evacuados, para posteriormente ser enviados a sus países de acogida, ya dentro del bloque comunitario. En Kabul quien está coordinando las labores es el hasta ahora embajador español en el país, Gabriel Ferrán, que estaba en el cargo desde septiembre de 2018 y que a pesar de haber sido ya cesado ha preferido quedarse para trabajar en las repatriaciones.
El presidente del Gobierno recupera el viernes su agenda, tal como tenía previsto, y ha recibido numerosas críticas por parte de la oposición precisamente por no haber recortado sus vacaciones. "Su Gobierno es una jaula de grillos incapaz de gestionar nada. Debe comparecer en el Congreso como hacen en otros países y poner orden en el caos del precio de la luz, las normas anticovid, la crisis migratoria en Ceuta y la salida de Afganistán", escribió el presidente del PP, Pablo Casado, en redes sociales. También desde Cs Inés Arrimadas lamentó "el silencio" de estos días del jefe del Ejecutivo.
Mientras los distintos países siguen trabajando casi a contrarreloj en las evacuaciones, la situación en Afganistán sigue siendo muy complicada. De hecho, las protestas marcaron la jornada en la que cientos de personas han salido a las calles de varios puntos del país para conmemorar el Día de la Independencia portando la bandera oficial. Y las manifestaciones han sido reprimidas por los propios talibanes saldándose con varias muertes.
"La situación es muy compleja"
Los países siguen tratando de posicionarse ante la crisis, y la canciller alemana ha calificado la situación como "muy compleja" tanto a nivel interno como en lo que se refiere a la repatriación. Por el momento, el mensaje de la UE es el de "abrirse al diálogo" con los talibanes, pero sin reconocer su Gobierno. El Alto Representante, Josep Borrell, asegura que las conversaciones pasan por asegurar la salida de los colaboradores y la llegada de ayuda humanitaria, que además, dice, "tendrá que incrementarse". Además, alerta de que China y Rusia no pueden sacar partido del vuelco geopolítico que ha ocasionado la crisis afgana.
Estados Unidos, por su parte, aseguró que mantendrá la presencia de tropas más allá del 31 de agosto, fecha en la que estaba prevista la retirada definitiva. Sigue en el aire, eso sí, la posibilidad del reconocimiento toda vez que Biden repite hasta la saciedad que el objetivo de Washington en el país era derrotar a Al Qaeda y no instaurar una democracia.
Rusia ha optado por la estrategia contraria, que es acercarse a los talibanes. Tanto es así que desde el Gobierno de Putin insistieron en que en el valle de Panjshir, en la zona noreste del país, se está organizando una "resistencia" frente a los talibán, lo que en su opinión hace imprescindible un diálogo nacional que implique a las distintas facciones políticas y movimientos sociales.
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