Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han desalojado la madrugada de este jueves a unas 1.300 personas que seguían de fiesta por las plazas y las calles del barrio de Gràcia pasadas las 1.00 horas, cuando empieza el toque de queda.

Los agentes participaban en un dispositivo para garantizar el cumplimiento del toque de queda durante las fiestas mayores del barrio y a las 00.30 empezaron a avisar a los participantes de que debían marcharse a casa, han informado los Mossos.

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A las 2.00 horas todavía quedaba un grupo de unas 500 personas en la plaza Lennon, que se negaron a irse y empezaron a arrojar objetos a la línea policial.

Aunque no hubo detenidos, varias de las personas que estaban en esa concentración fueron denunciadas por presunta desobediencia y saltarse las restricciones para frenar los contagios de covid-19.

En el dispositivo también participó la Guardia Urbana de Barcelona, que llevó a cabo identificaciones pero ninguna detención, han informado fuentes del consistorio.