Al menos tres civiles muertos en una manifestación contra los talibanes en Afganistán

Imagen de la manifestación en Afganistán.
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Imagen de la manifestación en Afganistán.

El nuevo Gobierno afgano aseguraba que tenía el país "bajo control" tras su toma del poder, pero la crisis ya ha registrado fallecimientos ante las movilizaciones de la sociedad civil. Los talibanes han reprimido este mediodía una multitudinaria protesta en el este de Afganistán a favor de la bandera tricolor afgana, donde los manifestantes se oponían a sustituirla por la bandera blanca inscrita con la declaración de fe islámica, que representa a los insurgentes y a su Emirato Islámico. 

Las marchas se han saldado con un total de tres ciudadanos muertos, según las autoridades, y en torno a una docena de heridos. Las protestas tuvieron lugar esta mañana en las calles de Jalalabad, capital de la provincia de Nangahar, una de las últimas ciudades en caer en manos de los talibanes. Es la primera revuelta tras la toma por parte de los talibanes que, según Estados Unidos, están incumpliendo su promesa y están impidiendo el acceso de los afganos al aeropuerto de la capital, desde el que muchos pretenden huir.

Además, ya ha despegado el primer avión español desde Kabul para evacuar al personal diplomático y a los colaboradores, y van de camino otros dos para continuar con las labores. Uno de ellos es medicalizado, para prevenir posibles contratiempos. No está claro cuándo va a llegar el segundo avión, que ya se puso en marcha. Las labores siguen siendo complicadas, pero en ese contexto tanto Estados Unidos como la UE han pedido a los talibanes que "respeten los derechos de las mujeres y las niñas".

La posición internacional va marcándose. En un momento en el que Washington trata de aplacar las críticas y reconoce que los talibanes se han quedado con su arsenal tras la retirada, la UE se abre a "dialogar" con el nuevo Ejecutivo, pero no quiere poner sobre la mesa todavía la opción del reconocimiento. Los Estados miembros ponen el foco, asimismo, en el apoyo a los países fronterizos para intentar gestionar la más que previsible llegada masiva de refugiados y la Comisión Europea ha pedido ya a los 27 que trabajen para el asilo de las personas que se encuentren "en mayor nivel de riesgo" y "bajo amenaza inmediata".

Por su parte, mientras siguen las negociaciones para la transición, el hasta ahora presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha hablado este miércoles por primera desde su exilio en Emiratos Árabes Unidos tras su huída de Afganistán y ha insistido en que tomó esa decisión para evitar un derramamiento de sangre y que el país sufriera una catástrofe como las de Yemen o Siria.

"No quería que comenzara el derramamiento de sangre en Kabul como había sucedido en Siria y Yemen. Así que decidí irme, dejar Kabul. Si me hubiera quedado como presidente de Afganistán, la gente habría sido ahorcada y esto habría sido un terrible desastre para nuestra historia", sostuvo Ghani. Mientras, el país sigue sumido en el caos.

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