Fuentes de la entidad en declaraciones a Europa Press han calificado de "normal" que en un nido con muchos huevos como el de Calafell (Tarragona) haya crías que no nazcan, y han explicado que, tras esperar durante la noche la apertura de los huevos, los trasladaron a las instalaciones de la fundación Cram para abrirlos.

El nacimiento ha culminado con los 65 días y noches de vigilancia continua del nido realizada por más de 580 personas en turnos de cuatro horas y grupos de tres.

La asociación ha relatado la "escena mágica" de la madrugada del día 11 en la que 34 de las pequeñas tortugas salieron de la arena e hicieron camino hasta el mar, y ha informado de que diez de las crías nacidas de manera natural también fueron trasladadas a las instalaciones de la fundación Cram.

Además de la labor de vigilancia que la fundación ha considerado indispensable para el nacimiento sano de los animales, los voluntarios también han recorrido un total de 937 kilómetros de playa buscando tortugas y rastros de las mismas para poder dar el aviso y establecer la protección correspondiente.

Este 2021 la tortuga marina ha hecho un total de cinco nidos en el litoral catalán, "una cifra muy elevada comparada con los últimos años".