La portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería, María Vázquez, ha explicado que tras las conversaciones mantenidas con los comerciantes del centro se decidió no volver a contratar el encapotado de una de las arterias principales de la ciudad, cuyo contrato de alquiler con opción a compra finalizó el año pasado sin que se materializara la adquisición .

"Se decidió con ellos que no se ponían los toldos. Es una decisión unánime entre los sectores comercial, hostelero y el Ayuntamiento", ha explicado la primera teniente alcalde, quien ha recalcado que desde el Ayuntamiento se dialoga este tipo de medidas con los propietarios de los negocios de cara a determinar cuáles son "beneficiosas" y sirven para "incrementar sus ventas".

El entoldado del Paseo de Almería, que cubría una superficie de 500 metros, fue ganando presencia a lo largo del verano de los últimos años a fin de proporcionar sombra a los transeúntes más allá del periodo de feria, de modo que el año pasado se instaló igualmente a pesar de la cancelación de los festejos en honor a la Virgen del Mar.

Frente a esta opción, los comerciantes han mostrado su interés en cambiar la ubicación de estos protectores solares para que puedan ocupar las calles peatonales del centro, por las que discurren gran parte de los negocios tradicionales, mediante parasoles "bonitos y llamativos" que den lugar a un nuevo "aliciente" para visitar el casco histórico en verano.

Desde la asociación comercial Almería Centro han explicado que ante la posibilidad de que no se celebrara feria este año, se solicitó al Ayuntamiento abandonar el entoldado del Paseo que, de otro lado, han considerado menos efectivo, ya que este discurría por la parte central de la vía dando sombra la mayor parte del tiempo al tráfico rodado.

Además, según han coincidido con el Ayuntamiento, la instalación de la carpa dio lugar a complicaciones del tráfico que afectó a diferentes líneas de autobuses al tiempo que generó molestias en algunos establecimientos.

El contrato iniciado en 2017 para entoldar el Paseo de Almería contaba con una duración de cuatro años de alquiler con opción a prórroga, si bien la adquisición de este elemento, microperforado y serigrafiado con imágenes de uvas y pámpanos, no se llegó a materializar por parte del Ayuntamiento, que destinó la partida de 21.175 euros presupuestada en su ejercicio a sufragar parte del mobiliario de la biblioteca central José María Artero.

Al pago anual del arrendamiento de los toldos, por un valor estimado de 36.000 euros, se unió en los últimos años la contratación de una estructura autoportante que sujetara los extremos de la tela por un importe de 78.500 euros tras la polémica surgida durante sus primeros años en los que la estructura fue anclada a las fachadas de algunos edificios del Paseo.