El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, suprimirá la recepción de la fiesta de la Mercè en el Palacete Albéniz, que desde finales de los años ochenta reúne anualmente a unos 2.500 invitados de la sociedad civil.

Hereu ha explicado que se trata de una de las medidas "para hacer pedagogía de cómo se debe afrontar la crisis que sufren muchos ciudadanos". Ha manifestado que medidas como la supresión de este acontecimiento instituido por Pasqual Maragall permitirán "tener ahorros que puedan llegar hasta el 1 o el 2% de todo el gasto corriente".

El alcalde considera que "todo el mundo puede entender" que este año no se haga la recepción. Aún así este acontecimiento no desaparece totalmente, ya que pasará de reunir a 2.500 personas con invitación a invitar a todos los ciudadanos a participar en una jornada de puertas abiertas en el palacete.

Hereu ha dicho que no se trata de una medida populista, sino que servirá para "restringir el gasto corriente porque lo que no queremos es dejar de invertir para transformar la ciudad de Barcelona". Esta decisión se aplica este año pero ya lo están empezando a planificar por el 2010.