El vicepresidente de la asociación, Borja Castro, ha manifestado que "teniendo agua, lo lógico sería no trasvasar hasta que hubiera posibilidades de agotarse", aunque ha incidido en que lo más lógico sería "regular la demanda en función de las disponibilidades de la cuenca del Segura y de las necesidades de la cuenca del Tajo, no priorizar el enriquecimiento de una agroindustria que resta más de lo que suma dentro de la propia Región de Murcia", según han informado los ribereños en nota de prensa.
En los mismos términos se ha pronunciado la presidenta de la Asociación, María de los Ángeles Sierra, advirtiendo que no se negarán "jamás" a ceder agua para beber, "pero cuando haga falta, claro, cosa que no es comprensible cuando tienen agua del Tajo para beber año y medio sin necesidad de trasvasar".
Aún así, consideran un buen gesto la reducción de 6 hectómetros cúbicos respecto a lo propuesto por la comisión. "No cabe duda de que anteriores gobiernos hubieran aprobado 20 hectómetros, como así hicieron sistemáticamente", han señalado.
De su lado, el técnico de la Asociación, Miguel Ángel Sánchez, que ha acudido nuevamente como invitado a la mesa de explotación, ha solicitado además un cambio en la estrategia de desembalses, priorizando la estabilización de la lámina de Entrepeñas y trasvasando más desde Buendía, que tiene menor desarrollo turístico.
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