Una mujer mexicana se ha quedado sin permiso de residencia en España por un error burocrático. La joven, Marcia Gabriela Gasca, está casada con un español desde 2002. Podría ser expulsada del país por figurar el segundo apellido de su marido, Josep Lluís, como Rafa en lugar de Raja en el registro Civil de Vilassar de Dalt.

El Col·lectiu Ronda de abogados lleva el caso de esta mujer de 28 años que sufre este limbo administrativo desde enero de 2008. Ayer lo dieron a conocer a los medios de comunicación. La chica, estudiante de Psicología en la UB, descubrió el error administrativo cuando se fue a renovar el permiso de residencia.

Se lo denegaron porque para los funcionarios, la partida de nacimiento de su pareja, donde figura el apellido equivocado, no coincide con el del DNI. Para el Estado no se trata, pues, de la misma persona con la que vive.

Hace un año y medio que Marcia Gabriela y Josep Lluís padecen una situación «surrealista» y que está afectando gravemente su vida, sobre todo, de ella. A pesar de pagar los impuestos y la hipoteca del piso de propiedad, la joven no puede trabajar desde que perdió el empleo en una cafetería ahora hace un mes. Tampoco puede cobrar el paro por estar en situación irregular para el Departament de Treball.

Las medidas cautelares que presentó el abogado de la pareja, Sergi Santacana, para que Marcia Gabriela pudiera trabajar fueron desestimadas. Además, se rechazó el arraigo.

Santacana tacha el proceso de «kafkiano e incomprensible»y ha provocado en la pareja «desconfianza hacia la administración, agobio y desesperación». Marcia no pisa México desde hace tres años por una f.

La perjudicada está padeciendo con esta situación un gran desgaste emocional. Marcia Gabriela cumple con sus obligaciones ciudadanas pero no tiene «los derechos», dice, y sufre porque, si le piden los papeles en la calle, podría entrar en un proceso de expulsión del país. El matrimonio se queja además de lo «absurdo» de los consejos con los que algunos funcionarios les han propuesto solventar el problema, diciéndole al marido «que se cambie el apellido del DNI».