"Estas historias reales evidencian como la inmigración es riqueza, tanto para el trabajador recién llegado que busca trabajo y una vida mejor, como para el territorio que necesita de estas personas", explica el presidente de Afrucat, Francesc Torres, según un comunicado de la asociación.

"Queríamos poner en valor la oportunidad de ascensor social que es el mundo de la fruta. Un sector muchas veces estigmatizado por casos aislados de explotación de personas vulnerables, y que el sector rechaza", ha afirmado el director general de Afrucat, Manel Simon.

Los documentales, que forman parte del proyecto 'Casa de Todos, Vidas cambiadas por la fruta', cuentan con la colaboración de la Diputación de Lleida y las consellerias de Derechos Sociales y de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural.

Además, la consellera de Derechos Sociales de la Generalitat, Violant Cervera, será la encargada de la presentación de los documentales este jueves por la tarde.

PROTAGONISTAS

El rumano de 53 años Marius Grigore, nacido en Slanic Prahova, trabajador de la empresa Corinsa Frutaria de Alcoletge (Lleida) desde hace 19 años, es uno de los protagonistas del video.

Otro de los trabajadores es Jorge Ceanca, también rumano, de 43 años, hace dieciséis años que trabaja en el sector de la fruta: comenzó cosechando y ahora trabaja también en Corinsa Frutaria, empresa a la que se han incorporado su mujer, su hija y su yerno.

El colombiano Jorge Armando Flores, un artesano de madera y cerámica en su país, llegó con un primo para trabajar en la campaña de la fruta, primero en Huelva luego en Aitona y finalmente en Albatàrrec (Lleida), donde se quedó para trabajar en Baró i Fills, empresa a la que se ha incorporado su hijo.

El gambiano Mahamadou Bah hace 15 años que trabaja en el sector de la fruta, en Torrelameu (Lleida), donde conoció a Francesc Torres que le ayudó a conseguir papeles, trabajo y vivienda y ambos son ahora amigos.

Otro de los inmigrantes que protagoniza el video es el gambiano Dramani Sowe que trabajaba en el campo en su país y ahora lo hace en una explotación frutícola, ha aprendido a leer y escribir.

El más veterano es el argelino Kamel Aissiou, de 60 años, llegó hace 30 años a Torre-serona donde comenzó a trabajar para la familia Massot, dos de sus tres hijos han nacido en Lleida, los mayores han finalizado su formación universitaria y el más joven estudia bachillerato.