Tras tres años oculta tras unos grandes andamios, la fachada de la iglesia de San Pablo, uno de los monumentos más representativos de Valladolid, volverá a lucir su belleza en agosto, mes en el que se retirará toda la estructura que la cubre en la actualidad y que ha permitido desarrollar su restauración.

Será en ese momento cuando los ciudadanos descubran una fachada casi nueva después de que se hayan eliminado de ella una gran cantidad de suciedad (se han retirado dos contenedores de obra de heces de aves) y incluso se hayan repuesto 23 piezas dañadas.

«Se ha tomado un camino intermedio entre la reposición y la conservación y se han construido piezas enteras nuevas que favorecerán la conservación de las esculturas figurativas», reconoció el arquitecto Eduardo González. La mayoría de las piezas, elaboradas respetando las técnicas del siglo xv por un

En los trabajos de recuperación, que han supuesto la inversión de unos 6 millones de euros por parte de la Junta y Caja Madrid, han trabajado 60 profesionales de diferentes ciencias que han completado un estudio riguroso sobre la historia y la situación real del edificio que quedará reflejado en un libro y un dvd que saldrá a la luz una vez hayan terminado del todo las obras.

Junto a la rehabilitación se ha colocado un sistema contra las aves que consiste en un circuito eléctrico, que no se ve desde el exterior, que crea un campo magnético y que evita que se posen palomas y cigüeñas. También se han eliminado todas las humedades.

Se podrá seguir viendo de cerca

Uno de los elementos más llamativos de la restauración de San Pablo es que las obras se pueden ver de cerca gracias a la plataforma elevadora que se ha colocado. Este sistema continuará activo hasta mediados de agosto y funcionará un par de semanas después de quitar el andamio principal.

Por él han pasado 40.000 personas, la mayoría de Valladolid y con edades entre 31 y 50 años. Funciona de miércoles a sábado de 10 1 4 y de 16 a 18 h. Cuesta 3 euros.

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