El presidente chino abandona el G-8 y regresa a Pekín por la crisis en Xinjian

Una mujer uigur, delante de dos vehículos militares en Urumqi (Xinjiang, China), durante las protestas.
Una mujer uigur, delante de dos vehículos militares en Urumqi (Xinjiang, China), durante las protestas.
Diego Azubel / EFE
Una mujer uigur, delante de dos vehículos militares en Urumqi (Xinjiang, China), durante las protestas.

El presidente chino, Hu Jintao, regresó este martes por la noche a Pekín desde Florencia para hacer frente a la crisis en la región de Xinjiang, por lo que no participará en la cumbre del G-8 que comienza este miércoles en la ciudad italiana de L'Aquila, informaron los medios de comunicación italianos.

Una vez terminada la visita a la ciudad italiana de Florencia, Hu Jintao partió hacia China y dejó como representante para el G-8 a Dai BinGou, miembro del Consejo de Estado, junto a la delegación china para la política de exteriores.

Hu Jintao llegó en visita oficial el pasado 6 de julio a Italia y fue recibido por el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, horas después de que estallaran las protestas sociales en la provincia occidental china de Xinjiang.

El presidente chino tenía previsto asistir a la cumbre del G-8 y después viajar a Portugal los días 10 y 11 de julio, una visita que también ha sido cancelada.

Los chinos de la etnia Han salieron a la calle en la capital de Xingiang, Urumqi, a la caza de los uigures musulmanes, a quienes acusan de haber cometido una masacre durante las protestas del domingo pasado, donde hubo 156 muertos y más de mil heridos, en la peor revuelta que vive China en los últimos veinte años.

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