Está en uno de esos momentos en los que nada le viene bien. Enfadada con el mundo, Maria Teresa Campos guarda rencor a quienes le hicieron creer que volvería a primera línea de batalla. Hace castillos en el aire al imaginar cómo sería el programa perfecto con el que poner el broche de oro a una trayectoria profesional repleta de éxitos y reconocimientos.

Sin embargo, sus pretensiones son tan ambiciosas que son desoídas desde el inicio. A pesar de que todos son conscientes de que las exigencias consentidas de un pasado no muy reciente ahora resuenan recalcitrantes, nadie parece tener el valor suficiente para explicarle que debe pisar tierra firme y dejar de vivir anclada a su época dorada. Busca novio, en lo profesional, que le ayude a soñar, a redibujar esta temporada en la que los ánimos los tiene por el suelo.

María Teresa Campos vuelve a TVE 25 años después con 'Lazos de sangre'

Ni siquiera ese microclima malagueño le ha arrancado de su introspectiva realidad. Un doloroso retraimiento social que preocupa a sus hijas, Terelu y Carmen, que, eso sí, se ocupan de difundir apariencias idílicas cuando en realidad sortean penumbras gracias a las velas que se encienden a su paso.

Son muchos los que ya creen que debería dar taconazo y cierre a una letanía que nunca se cumple. Teresa podría dedicar sus tiempos muertos a escribir otro libro centrado en el desamor. ¡Ay, los 'quereles', lo que le hacen sufrir!