Un juzgado de menores de Barcelona juzga desde hoy a los dos chicos de 14 y 15 años que en noviembre de 2008 degollaron presuntamente a una compañera de colegio en un descampado de Ripollet (Barcelona). La muerte de María Dolores, Maores, conmocionó a los vecinos de la localidad, que organizaron varias manifestaciones para protestar por el crimen.

La Fiscalía de Menores pide cinco años de internamiento en un centro juvenil y tres de libertad vigilada para los dos jóvenes. Esta es la pena máxima de privación de libertad que contempla la Ley del Menor para los menores de 16 años.

El presunto autor material del asesinato se ha acogido a su derecho a no declarar en el juicio, mientras que el otro acusado ha negado cualquier implicación en el crimen.

Sergio, que en su segunda declaración judicial se había confesado autor material del crimen, aunque escudándose en que oía voces que le decían que debía matar a la chica, se ha negado a contestar a las preguntas de las acusaciones y de las defensas, incluida la suya.

Por su parte, Luis, al que se imputa también un delito de asesinato como cooperador necesario en el crimen, ha explicado que vio discutir a Sergio con la víctima y que intentó separarlos, pero su amigo le pidió que se alejara porque si no "sería peor para él", por lo que asegura que ignora lo que sucedió después.

En el juicio ha declarado también como testigo un camionero que estaba durmiendo en su vehículo justo en el descampado donde ocurrió el crimen, y que ha asegurado que oyó un quejido ahogado y vio a un chico "encima de un bulto", aunque no le dio más importancia.

Según los investigadores, la madrugada del 1 de noviembre, los dos menores fueron a buscar a la víctima a su domicilio y la llamaron por el interfono en el piso donde vivía con su madre, su padrastro y su hermano, y del que bajó en ropa de estar por casa.

La llevaron hasta un descampado del barrio de Can Mas, cerca del colegio Martinet, donde la chica fue golpeada con un bastón hasta que éste se rompió. Entonces, el autor material pidió a su compañero que le diera uno de los trozos rotos que estaba en el suelo y éste, según el primer joven, le obedeció. Finalmente, la adolescente fue degollada.

Un hombre descubrió a la joven --que presentaba golpes y un corte en el cuello-- el sábado a primera hora aún con vida y en el descampado, aunque los servicios médicos ya no pudieron hacer nada por ella y murió.

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el mismo sábado por la tarde a los dos acusados y el juez de guardia de Cerdanyola del Vallès decretó su ingreso en dos centros de internamiento juvenil a petición de la Fiscalía de Menores. Los dos chicos habían ido a jugar a fútbol aquella mañana sin comentar nada de lo sucedido.

El móvil del crimen, según los investigadores, podría ser el inicio de una relación sentimental entre Maores y Sergio que la chica hizo pública a través de Internet, algo que Sergio no aceptó.