La llegada del verano, el avance en la vacunación contra la covid-19 y la relajación de medidas sanitarias han hecho que la población se relaje y cometa errores que han provocado un aumento de los contagios y hospitalizaciones. Así, hemos entrado en la quinta ola, lo que ha llevado a varias comunidades autónomas a solicitar incluso un nuevo toque de queda.

En España, el Ministerio de Sanidad notificó este miércoles 27.149 nuevos casos de contagiados por coronavirus y la incidencia acumulada descendió por primera después de más de un mes de ascenso, por debajo de los 700 casos por cada cien mil habitantes (699, 84). Pero el número de muertos en un día ha ascendido a 73, el dato más altos en mes y medio. Preocupa y mucho el número de hospitalizados a causa del virus, con 9.672 pacientes ingresados por Covid-19 en toda España y 1.593 en una UCI, si bien en las últimas 24 horas se han producido 1.429 ingresos y 1.247 altas. La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronavirus se sitúa en el 8,08 por ciento y en las UCI en el 17,21 por ciento.

Algunas de las malas prácticas más frecuentes que nos han llevado a esta quinta ola según Miguel Fernández, coordinador covid-19 en un centro de salud de la provincia de Jaén, son:

Relajar el uso de mascarilla

"La relajación de las medidas sanitarias ha llevado a un exceso de la confianza. El virus no ha perdido la virulencia", señala Fernández a 20minutos. 

Desde el pasado sábado 26 de junio dejó de ser obligatorio llevar la mascarilla en exteriores en España, siempre y cuando se pueda mantener la distancia de seguridad de metro y medio. "Ahora nos paramos por la calle con gente que no es de nuestro círculo y no nos solemos colocar la mascarilla", cuenta el enfermero.

Para evitar confusiones a la hora de usar la mascarilla, te será útil conocer una regla muy sencilla y fácil de memorizar llamada 'dos de tres'. El objetivo es evitar contagios de covid-19 y para ello se deben cumplir siempre dos de estas tres condiciones:

Si una de ellas no se cumple, entonces habrá que respetar las otras dos. Así, cuando estemos al aire libre y sin mascarilla, estaremos respetando una de las tres condiciones, por lo que solo hará falta cumplir otra: o bien mantener la distancia social de metro y medio con el resto de personas o, si no es posible, ponernos la mascarilla.

Confiar demasiado en la vacuna

"La variante delta tiene un poder de contagio mucho mayor que la primera que conocimos y todavía está por ver si la vacuna es eficaz para combatirla", señala el coordinador. Las características de la quinta ola y la vacunación masiva han llevado a un aumento de los positivos asintomáticos o con infecciones muy leves cuyos síntomas corren el peligro de ser confundidos con catarros o alergias, lo que favorece la propagación.

"Recordemos que la vacuna no nos salva de contagiarnos y se está viendo cómo gente con la pauta completa de vacunación está teniendo síntomas leves con la nueva variante delta", dice Fernández. "Por supuesto que la vacunación ha mejorado el panorama sanitario, pero no podemos olvidar seguir teniendo precaución", avisa.

Reuniones con conocidos

"Se ha venido observando un aumento de los contactos estrechos cuando alguien es positivo", cuenta Fernández. "Antes, en la segunda y tercera ola, los contactos eran familiares sobre todo. Ahora se hacen reuniones masivas con gente que no es del círculo cercano". 

Según el coordinador esta es una práctica que se observa sobre todo en gente joven: "Quizá haya sido error de las autoridades sanitarias y debemos asumir nuestra responsabilidad. No hemos sabido comunicar el mensaje de que la gente joven también puede pasarlo muy mal. Se está viendo un aumento de las hospitalizaciones en niños a partir de 15 años".

No se respetan las cuarentenas

Otra cosa que detectan los sanitarios es que las cuarentenas no se están realizando de manera correcta, en especial señalan tres circunstancias:

Eventos que no respetan las medidas

Por otra parte, señala que los eventos y el ocio nocturno han favorecido a la relajación de las precauciones. "No todos los locales son iguales, pero indudablemente los conciertos masivos y el ocio nocturno ha llevado a una sensación de inmunidad, de que la covid-19 ya no existe", lamenta Fernández.