El secretario general de la OEA viaja este viernes a Honduras para mediar en la crisis

  • Zelaya asegura que Insulza no va a Honduras a "negociar".
  • Micheletti está dispuesto a adelantar elecciones como salida.
  • Proliferan las marchas a favor y en contra del presidente depuesto.
  • Denuncian la persecución de dirigentes que apoyan a Zelaya.
  • Las claves del golpe militar en Honduras.
Seguidores del presidente depuesto Manuel Zelaya se manifiestan por las calles de Tegucigalpa.
Seguidores del presidente depuesto Manuel Zelaya se manifiestan por las calles de Tegucigalpa.
Gustavo Amador / EFE
Seguidores del presidente depuesto Manuel Zelaya se manifiestan por las calles de Tegucigalpa.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA),
José Miguel Insulza, anunció este jueves que
viajará el viernes a Honduras para hablar con el Gobierno interino de ese país, tras la destitución del presidente depuesto,

Insulza dio a conocer sus planes en Georgetown, capital de Guayana, país en el que asiste a la Trigésima Reunión de los Jefes de Estados de la Comunidad del Caribe (Caricom). Zelaya, por su parte, ha asegurado que el viaje de Insulza a Honduras
pretende informar a las autoridades 'golpistas'
del ultimátum dado por esa organización para que restituyan el orden constitucional, "no negociar".  

El nuevo presidente del país,
Roberto Micheletti, anunció que Insulza, es "bienvenido" en Honduras y aseguró que lo escucharán. Asimismo, afirmó que
no tiene "ninguna objeción" al
adelanto de las elecciones generales de noviembre como una salida a la crisis causada por el derrocamiento de Manuel Zelaya. "Siempre enmarcados dentro de la ley, no hay ningún problema, yo no tengo ninguna objeción, si acaso esa fuera una manera de solucionar" la crisis, indicó Micheletti.

"Sin embargo,
tenemos leyes en el país", continuó, al recordar que "se convocaron elecciones para el 29 de noviembre", aunque afirmó que adelantarlas "sería posiblemente un
arreglo político, siempre y cuando sea para bien de todos los hondureños".

Mientras tanto,
alrededor de 1.500 seguidores de Zelaya volvieron a marchar este jueves en Tegucigalpa y
varios miles de manifestantes, según medios locales, lo hacían al mismo tiempo en su contra en San Pedro Sula, la capital industrial y económica del país. Los organizadores de esta última marcha esperaban a
20.000 personas para este jueves en esa ciudad, y también una
asistencia multitudinaria en El Progreso, localidad cercana a San Pedro (norte del país).
Irregularidades

El presidente del
Andrés Pavón, ha denunciado la
persecución por parte del gobierno de dirigentes que apoyan a Zelaya. Los seguidores del depuesto presidente acusan a los empresarios de estar
obligando a trabajadores a asistir a las movilizaciones de apoyo a Micheletti y de estar pagando a parte de los manifestantes, exactamente las mismas acusaciones que hasta el domingo se vertían contra el Gobierno de Zelaya desde la oposición.

Hasta ahora, los
detractores de Zelaya han conseguido llevar
más gente a las manifestaciones que sus seguidores y los medios locales no están dando seguimiento a las
marchas contrarias al Gobierno en el interior.
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