Este viernes, Sálvame comenzaba el programa asegurando que Alonso Caparrós tenía una deuda contraída con Hacienda por valor de "560 euros" que tenía que solventar.
Para ello, proponían poner a la venta los calzoncillos que llevaba en ese momento puestos el colaborador.
Alonso Caparrós no dudaba en realizarlo y se desnudaba en el mismo plató detrás de un biombo que le habían colocado.
Tras pocos minutos de abrir la subasta a los telespectadores a través de un número de teléfono para que compren la ropa interior del colaborador, han conseguido más de 1.000 ofertas.
Un bar de Vigo, incluso, se ha ofrecido a comprar los calzoncillos por 500 euros para posteriormente enmarcarlos en el local.
Luz, una mujer de 42 años de Zamora ha sido quien finalmente se ha llevado la ropa interior por 1.000 euros, y el compromiso de que sea el mismo Alonso Caparrós quien se los entregue y le invite a cenar.
Chelo García-Cortés, disfrazada de Celia Cruz, ha sido la encargada por el programa para comprarle unos nuevos a Alonso Caparrós en una tienda de la capital.
Finalmente, el colaborador ha asegurado que ya tiene el dinero para pagar la deuda y destinará lo que recaude a un "proyecto nuevo de Cruz Roja en Guadalajara para refugiados que vienen de África que vienen pidiendo asilo por su condición sexual".
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